La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) ha emitido recientemente avisos de nivel naranja en España debido a la posibilidad de lluvias, tormentas y rissagas. Este último fenómeno, aunque menos conocido que otros eventos meteorológicos, puede tener un impacto significativo en las zonas costeras, especialmente en puertos como el de Ciutadella en Menorca. Pero, ¿qué es exactamente una rissaga y cómo se forma?
### Definición y Formación de la Rissaga
La rissaga es un término que proviene del dialecto menorquín, relacionado con la palabra «resaca». Este fenómeno también se conoce como meteotsunami, ya que se origina a partir de cambios en la presión atmosférica, a diferencia de los tsunamis tradicionales que son causados por terremotos o mareas astronómicas. En términos simples, una rissaga se caracteriza por una variación brusca y rápida del nivel del mar, que puede ocurrir en cuestión de minutos o incluso segundos.
La rissaga se produce cuando hay una combinación de factores meteorológicos específicos. Estos incluyen vientos fuertes de componente sudoeste a altitudes de entre 5,500 y 9,000 metros, aire cálido africano a unos 1,500 metros de altura, y una inestabilidad en las capas medias de la atmósfera. Además, en la superficie, se pueden presentar vientos de componente este-sudeste, junto con cielos nublados y lluvias de barro. Esta combinación crea las condiciones ideales para que se produzca una rissaga, que puede resultar en oscilaciones del nivel del mar de hasta 0.7 metros, como se ha pronosticado recientemente para la costa de Menorca.
### Impacto en las Infraestructuras Portuarias
El puerto de Ciutadella es un ejemplo claro de cómo la idiosincrasia de un lugar puede influir en la intensidad de las rissagas. Su bocana orientada hacia el sudoeste y su forma alargada y estrecha lo convierten en un lugar propenso a experimentar este fenómeno. Durante una rissaga, el puerto puede vaciarse casi por completo, lo que provoca que las embarcaciones toquen el fondo. Posteriormente, el agua regresa de manera violenta, lo que puede causar inundaciones en las infraestructuras portuarias y daños significativos a los barcos amarrados.
La última gran rissaga registrada en Ciutadella ocurrió el 15 de junio de 2006, y fue considerada la más importante en dos décadas. Durante este evento, se observaron oscilaciones de hasta cuatro metros, lo que resultó en daños considerables a numerosas embarcaciones. Este tipo de fenómenos no solo afecta a los barcos, sino que también puede tener repercusiones en la economía local, especialmente en áreas donde la pesca y el turismo son fundamentales.
Los meteorólogos han estudiado las condiciones que favorecen la aparición de rissagas en las Islas Baleares desde hace décadas. En 1983, Agustí Jansà y Climent Ramis definieron los patrones meteorológicos que suelen preceder a estos eventos, lo que ha permitido a la Aemet y otros organismos emitir alertas y avisos para preparar a la población y a las autoridades locales ante la posibilidad de que se produzcan rissagas.
### Prevención y Preparación ante Rissagas
Dada la naturaleza impredecible de las rissagas, es crucial que las comunidades costeras estén preparadas para enfrentar este fenómeno. La Aemet juega un papel fundamental al proporcionar información y alertas sobre las condiciones meteorológicas que pueden dar lugar a rissagas. Los pescadores, propietarios de embarcaciones y autoridades portuarias deben estar atentos a estos avisos y tomar las precauciones necesarias para minimizar los daños.
Las medidas de prevención pueden incluir la revisión de las amarras de los barcos, la evacuación de embarcaciones pequeñas a lugares más seguros y la implementación de protocolos de emergencia en los puertos. Además, es importante que los ciudadanos estén informados sobre qué hacer en caso de que se produzca una rissaga, ya que la rapidez con la que ocurre este fenómeno puede dejar poco tiempo para reaccionar.
En resumen, la rissaga es un fenómeno meteorológico costero que puede tener consecuencias devastadoras si no se toman las precauciones adecuadas. Con el cambio climático y la variabilidad meteorológica, es probable que estos eventos se vuelvan más frecuentes, lo que hace que la preparación y la educación sobre este fenómeno sean más importantes que nunca.