En el vibrante entorno del Port Vell de Barcelona, se encuentra un restaurante que ha resistido la prueba del tiempo: El Merendero de la Mari. Este establecimiento no es solo un lugar para disfrutar de una buena comida, sino un verdadero símbolo de la tradición culinaria de la ciudad. Fundado por una familia con una rica historia en la gastronomía, El Merendero ha sabido adaptarse a los cambios sin perder su esencia. La historia de este restaurante es un testimonio de la perseverancia y el amor por la cocina marinera, que ha sido transmitido de generación en generación.
### Un Viaje a Través de la Historia Familiar
La historia de El Merendero de la Mari comienza en los años 20, cuando la bisabuela de Rosa María Ribera, actual propietaria, vendía pan con chocolate a los bañistas en la playa. Desde esos humildes comienzos, la familia ha evolucionado, incorporando nuevos platos y sabores a su oferta. Con el tiempo, el negocio se expandió, y la familia fundó L’Esport, uno de los primeros merenderos de la Barceloneta. Aunque la guerra obligó a cerrar este local, la familia no se rindió y lo reabrió tras el conflicto.
La tercera generación, liderada por Mari, madre de Rosa María, fue la que dio vida a Cal Pinxo y, en 1988, a El Merendero de la Mari. Este último comenzó como un chiringuito en la playa de Sant Miquel, pero con la llegada de los Juegos Olímpicos, se trasladó al Palau de Mar, donde ha permanecido desde 1994. Este cambio no solo significó un nuevo local, sino también la oportunidad de ofrecer una experiencia gastronómica más completa, con un salón luminoso y una terraza que invita a disfrutar de la brisa marina.
### La Cocina como Pilar Fundamental
La cocina de El Merendero de la Mari se basa en recetas tradicionales que han sido cuidadosamente preservadas a lo largo de los años. Rosa María y su esposo, Jorge Coloma, han mantenido la esencia de la cocina marinera, utilizando ingredientes frescos y de calidad. Cada año, el restaurante sirve cerca de media tonelada de arroz, un plato que se ha convertido en su bandera. La carta incluye una variedad de platos emblemáticos, como la fideuá de bogavante, el lenguado a la naranja y el rape a la Mari, todos preparados con el mismo cariño y dedicación que caracterizaba a las abuelas.
El Merendero no solo se destaca por su comida, sino también por su enfoque en la atención al cliente. Jorge menciona que han creado un ambiente familiar donde todos son bienvenidos. La fidelidad de sus clientes es un reflejo de este compromiso; hay familias que han estado viniendo durante años, y el restaurante se adapta a las necesidades de cada uno, desde triturar la comida para los más pequeños hasta ofrecer platos especiales para aquellos con restricciones dietéticas.
A pesar de los desafíos que han enfrentado en los últimos años, como la pandemia y los cambios en el turismo, la familia Coloma ha mantenido su enfoque en la calidad y la tradición. Rosa María afirma que el secreto de su éxito radica en el respeto por la tradición y el uso de productos frescos. Este enfoque ha permitido que El Merendero de la Mari no solo sobreviva, sino que prospere en un entorno gastronómico cada vez más competitivo.
### Un Espacio para Todos
El Merendero de la Mari no es solo un restaurante; es un lugar donde se crean recuerdos. La atmósfera acogedora y la atención personalizada hacen que cada visita sea especial. La familia Coloma ha sabido construir un legado que trasciende la comida, convirtiendo su restaurante en un punto de encuentro para amigos y familias. La historia de Rosa María y Jorge es un ejemplo de cómo la pasión por la cocina puede unir a las personas y crear un sentido de comunidad.
Además, el restaurante ha sabido atraer a una clientela diversa, incluyendo figuras públicas y celebridades que han disfrutado de su oferta gastronómica. Sin embargo, para Rosa María y Jorge, lo más importante no es a quién sirven, sino cómo lo hacen. La dedicación y el cariño que ponen en cada plato son lo que realmente importa.
En resumen, El Merendero de la Mari es un testimonio de la rica historia gastronómica de Barcelona. Con más de un siglo de tradición, este restaurante ha sabido adaptarse a los tiempos sin perder su esencia. La familia Coloma continúa honrando el legado de sus antepasados, ofreciendo una experiencia culinaria que es tanto un viaje al pasado como una celebración del presente. Para aquellos que buscan disfrutar de una auténtica cocina marinera en un ambiente familiar, El Merendero de la Mari es, sin duda, una parada obligatoria en Barcelona.