La reciente ratificación de cuatro nuevos países ante la ONU ha permitido que el Tratado de Alta Mar alcance las 60 ratificaciones necesarias para su entrada en vigor. Este acuerdo, que se espera que sea efectivo a partir del 17 de enero de 2026, representa un avance significativo en la protección de los océanos, que cubren más del 70% de la superficie terrestre. Rebecca Hubbard, directora de la Alianza de Alta Mar, ha destacado que este tratado es un testimonio del poder del multilateralismo y de lo que se puede lograr cuando las naciones se unen por el bien común.
### Un Acuerdo Histórico para la Vida Marina
El Tratado de Alta Mar es el primer acuerdo internacional jurídicamente vinculante que busca salvaguardar la vida marina en aguas internacionales. Estas aguas, que representan dos tercios del océano, son cruciales para la salud del planeta y la biodiversidad. El tratado proporciona herramientas para detener la pérdida de biodiversidad y la degradación del océano, permitiendo la creación de Áreas Marinas Protegidas (AMP) y la realización de evaluaciones de impacto ambiental para actividades humanas.
Una de las características más destacadas del tratado es su enfoque en la equidad para los países en desarrollo. Esto se logra a través de la ampliación del acceso al conocimiento y la tecnología, así como la garantía de participación equitativa en los beneficios derivados de los recursos genéticos marinos. Este enfoque es fundamental para cumplir con los objetivos globales de conservación, incluido el objetivo 30×30, que busca proteger el 30% de las áreas terrestres y marinas del planeta para el año 2030.
Adoptado en junio de 2023 tras casi dos décadas de negociaciones, el tratado fue abierto a firma el 20 de septiembre de 2023. Desde entonces, ha sido ratificado por países de todas las regiones, comenzando con Palaos en enero de 2024. España se convirtió en el primer país de la Unión Europea en ratificarlo, marcando un paso importante en la colaboración internacional para la conservación marina.
### Mecanismos para la Implementación del Tratado
Con la ratificación de 60 países, el tratado ahora debe establecer los mecanismos necesarios para su funcionamiento efectivo. Según lo estipulado, la primera Conferencia de las Partes (COP) debe llevarse a cabo dentro de un año después de su entrada en vigor, lo que se espera que ocurra a finales de 2026. La ONU ya está trabajando en la preparación de esta conferencia, que será crucial para garantizar la eficacia a largo plazo del tratado.
Además, gobiernos y partes interesadas están comenzando a desarrollar propuestas para las Áreas Marinas Protegidas en alta mar, con el objetivo de preservar sitios críticos para la biodiversidad. Entre los lugares identificados se encuentran las cordilleras submarinas de Salas y Gómez y Nazca, así como el Mar de los Sargazos y el domo térmico del océano Pacífico oriental. Estos esfuerzos son esenciales para asegurar que el tratado no solo sea un documento legal, sino que se traduzca en acciones concretas que beneficien a los ecosistemas marinos.
Rebecca Hubbard ha enfatizado que alcanzar las 60 ratificaciones no es el fin del camino, sino más bien el comienzo de un esfuerzo más amplio. La verdadera fortaleza del Tratado de Alta Mar radica en la participación universal, y se hace un llamado a todas las naciones restantes para que se unan a este acuerdo histórico. Se anticipan más anuncios de ratificaciones durante la Semana de Alto Nivel de la Asamblea General de la ONU, lo que podría aumentar aún más el apoyo global para la conservación oceánica.
Las organizaciones ecologistas internacionales han celebrado este hito, pero también han subrayado que el verdadero trabajo comienza ahora. La efectividad del tratado dependerá de la implementación de sus disposiciones y de la colaboración continua entre los países para proteger los océanos del mundo. La comunidad internacional tiene la oportunidad de demostrar que es posible unir esfuerzos para enfrentar los desafíos ambientales que amenazan la salud de nuestros océanos y, por ende, la salud del planeta.