Un trabajador ha logrado obtener una pensión de aproximadamente 1.656,52 euros a los 56 años, tras un largo proceso que incluyó la denegación inicial de su solicitud por parte del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Este caso pone de manifiesto las dificultades que enfrentan muchas personas al intentar acceder a prestaciones por incapacidad, así como la importancia de contar con un respaldo legal adecuado.
El trabajador, que había estado cotizando durante 25 años desde su ingreso en la empresa en 1997, padecía una grave dolencia en la espalda que le dificultaba significativamente su capacidad para trabajar. Diagnosticado con discopatía degenerativa lumbar y hernia discal, decidió solicitar la jubilación anticipada por incapacidad en 2022, dado que su situación física y psicológica era incompatible con la actividad laboral.
### El Proceso Judicial y la Decisión del Tribunal
La historia de este trabajador comenzó cuando el INSS rechazó su solicitud de pensión, alegando que no cumplía con los requisitos necesarios. Sin embargo, el afectado no se dio por vencido y decidió recurrir al Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). En este punto, el Juzgado de lo Social número 6 de Madrid revisó los informes médicos y determinó que el trabajador tenía derecho a la incapacidad permanente total, ya que no podía desempeñar su profesión habitual debido a su condición.
A pesar de esta victoria inicial, el trabajador optó por apelar nuevamente al TSJM, buscando que se le reconociera un grado de incapacidad absoluto en lugar del total. Sin embargo, la sala desestimó su recurso, argumentando que aún podía realizar trabajos más sencillos. Como resultado, el INSS le denegó la incapacidad absoluta, lo que significaba que no podría recibir el 100% de la base reguladora de su pensión. Finalmente, se le concedió una incapacidad permanente total, lo que le permitió cobrar el 55% de la base reguladora de una pensión de 3.011,86 euros mensuales, equivalente a 1.656,52 euros desde el 11 de junio de 2022.
Este caso resalta la complejidad del sistema de pensiones y las dificultades que enfrentan muchos trabajadores al intentar acceder a sus derechos. La lucha del trabajador no solo fue por su pensión, sino también por el reconocimiento de su situación y la necesidad de un apoyo económico que le permitiera vivir dignamente tras años de trabajo.
### Tipos de Incapacidad Permanente y sus Requisitos
El INSS clasifica las incapacidades permanentes en diferentes grados, cada uno con sus propias características y requisitos. Estos son:
1. **Incapacidad Permanente Parcial**: Se refiere a una disminución de al menos el 33% en la capacidad para realizar el trabajo habitual, pero que no impide el desempeño en el mismo.
2. **Incapacidad Permanente Total**: Impide realizar la profesión habitual, pero no cualquier otro tipo de trabajo. Es el grado que se le otorgó al trabajador en este caso.
3. **Incapacidad Permanente Absoluta**: Esta categoría impide el desempeño de cualquier tipo de trabajo, lo que conlleva una pensión más alta.
4. **Gran Invalidez**: Es la situación más grave, donde a la incapacidad absoluta se le suma la necesidad de asistencia de una tercera persona para realizar las actividades esenciales de la vida diaria.
Para acceder a cualquiera de estas prestaciones, es fundamental que el trabajador pase por una evaluación del Equipo de Valoración de Incapacidades (EVI), conocido también como Tribunal Médico. Este proceso es crucial, ya que la resolución del INSS se basa en los informes médicos y la evaluación de la situación del solicitante.
Es importante destacar que, a menudo, las solicitudes de incapacidad no son aceptadas en el primer intento, a menos que se trate de enfermedades graves con secuelas incapacitantes. Por lo tanto, es esencial que los solicitantes presenten una justificación médica adecuada y completa para aumentar las posibilidades de éxito en su solicitud.
La experiencia de este trabajador es un claro ejemplo de la importancia de la perseverancia y el apoyo legal en la lucha por los derechos laborales y de pensiones. A medida que la población envejece y las condiciones laborales cambian, es probable que más personas se enfrenten a situaciones similares, lo que hace que la comprensión de estos procesos y la preparación adecuada sean más relevantes que nunca.
