La reciente temporada del Real Madrid ha dejado una estela de decepción y reflexión, especialmente tras la última actuación del equipo en el Mundial de Clubes. Xabi Alonso, quien asumió el mando del equipo, se enfrenta a un reto monumental: reestructurar una plantilla que ha mostrado signos alarmantes de falta de compromiso y rendimiento. Con un final de temporada marcado por 15 derrotas y 84 goles en contra, el nuevo entrenador tiene la tarea de devolver al club a su antigua gloria.
### Un Final de Temporada Desalentador
El Real Madrid cerró la temporada 2024-25 con un balance que no solo es preocupante en términos de resultados, sino que también plantea serias dudas sobre la actitud de sus jugadores. La falta de compromiso colectivo, un tema recurrente en las declaraciones de Xabi Alonso, se ha convertido en un punto crítico. En su primera conferencia de prensa tras la derrota, Alonso dejó claro que se avecinan cambios significativos en la plantilla. «Ahora sé ciertas cosas con certeza, conozco algunos hechos. El Mundial me ha dicho muchas cosas de lo que somos y de lo que tenemos que mejorar. Habrá cambios», afirmó el técnico.
Las estadísticas son contundentes: 68 partidos jugados, 23 sin victoria, y una defensa que ha encajado 84 goles, igualando la peor cifra en la historia del club. Este escenario ha llevado a la directiva, encabezada por Florentino Pérez, a tomar decisiones drásticas. La llegada de Kylian Mbappé, quien anotó 44 goles, no ha sido suficiente para revertir la situación, y la presión sobre los jugadores clave como Vinícius y Mbappé es palpable.
### La Reestructuración de la Plantilla
Ante esta situación, la dirección del club ha decidido otorgar a Xabi Alonso el poder de reestructurar la plantilla. Esto implica no solo la llegada de nuevos jugadores, sino también la salida de aquellos que no han demostrado el compromiso necesario. Se especula que jugadores como Rodrygo y David Alaba podrían estar en la lista de transferencias, mientras que otros como Brahim y Ceballos también podrían buscar nuevos horizontes.
La estrategia de Alonso se centra en evaluar el grado de implicación de cada jugador. La actitud de Vinícius, quien fue criticado por su comportamiento en el banquillo durante la última derrota, ha puesto su futuro en el aire. A pesar de los esfuerzos del club por renovarlo más allá de 2027, su continuidad dependerá de un cambio radical en su actitud y rendimiento.
Además, la incompatibilidad entre Vinícius y Mbappé ha generado un dilema para la directiva. Si se decide prescindir de uno de ellos, las apuestas apuntan a que el club optará por mantener al francés, lo que podría dejar a Vinícius en una situación precaria.
En cuanto a las llegadas, el Real Madrid está en la búsqueda activa de un nuevo central, dado que la defensa ha sido uno de los puntos más débiles de la temporada. Con Alaba en su último año y Asencio sin convencer a Alonso, el club está explorando opciones en el mercado. Se habla de jugadores como Angelo Stiller y Konaté, quienes podrían reforzar el mediocampo y la defensa, respectivamente.
Florentino Pérez ha dejado claro que desea ver «hambre» en la plantilla, un sentimiento que ha faltado en los últimos meses. La reestructuración que se avecina promete ser intensa, con un mercado de fichajes que podría traer tanto salidas como llegadas significativas. La presión está sobre Xabi Alonso para que implemente cambios que no solo mejoren los resultados, sino que también devuelvan la identidad y el espíritu competitivo al Real Madrid.
Con la temporada 2025-26 a la vuelta de la esquina, los aficionados del club esperan ansiosos ver cómo se desarrollan estos cambios y si Alonso puede cumplir con las expectativas de un club que ha sido sinónimo de éxito en el fútbol mundial. La próxima temporada será crucial no solo para el futuro de los jugadores, sino también para la propia carrera de Xabi Alonso como entrenador en uno de los clubes más grandes del mundo.