La Casa del Sucre, un emblemático edificio de Barcelona, está a punto de experimentar una transformación significativa. Situada en el nuevo parque-plaza de las Glòries, esta antigua fábrica, que ha caído en un estado de deterioro, se convertirá en un espacio comunitario destinado a diversas actividades y servicios para los vecinos del barrio. El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado que en otoño se encargará el proyecto ejecutivo para la rehabilitación de este inmueble, que tiene una rica historia vinculada a la industria de la ciudad.
### Un Edificio con Historia
La Casa del Sucre, conocida anteriormente como la harinera La Ceres Catalana, es un edificio del siglo XIX que forma parte de un conjunto de estructuras industriales que han marcado el desarrollo de la zona. Su ubicación en la calle Cartagena 166 la convierte en un punto de referencia en el área, que actualmente alberga tres centros educativos públicos. La rehabilitación de este edificio no solo busca preservar su valor histórico, sino también adaptarlo a las necesidades actuales de la comunidad.
Con una superficie construida de 1.875,25 metros cuadrados y una planta de 612,65 metros cuadrados, el proyecto de rehabilitación tiene como objetivo crear un equipamiento de proximidad que sirva a los habitantes del barrio. Según Jordi Valls, teniente de alcalde y concejal del distrito del Eixample, la idea es que este espacio se integre con el entorno público y verde recuperado de Glòries, fomentando un ambiente cívico y accesible para todos.
### Espacios Multifuncionales para la Comunidad
El diseño del nuevo espacio en la Casa del Sucre contempla la creación de áreas diáfanas y polivalentes que puedan adaptarse a diferentes actividades. En la planta baja se ubicarán las zonas de acceso principal, así como las salas destinadas a los Castellers de la Sagrada Familia y el esplai, un tipo de centro de ocio para niños y jóvenes. En el primer piso, se establecerán espacios de encuentro y salas del Espai Jove, mientras que el segundo piso contará con una gran sala polivalente, también dedicada al Espai Jove.
Este enfoque en la multifuncionalidad es clave para maximizar el uso del espacio y atender las diversas necesidades de la comunidad. La Casa del Sucre no solo será un lugar de encuentro para los jóvenes, sino que también servirá como un centro de actividades para grupos locales, como los Castellers, que son una parte integral de la cultura catalana.
El proyecto se encuentra actualmente en la fase de revisión del proyecto básico, y se espera que la redacción del proyecto ejecutivo se encargue en otoño. Sin embargo, las obras de rehabilitación y la inauguración del nuevo espacio se llevarán a cabo en el próximo mandato, que abarca de 2027 a 2031. Esto indica un compromiso a largo plazo por parte del Ayuntamiento para revitalizar esta área y proporcionar un recurso valioso para la comunidad.
La Casa del Sucre representa una oportunidad para fortalecer los lazos comunitarios y fomentar la participación ciudadana. La creación de un espacio que albergue actividades culturales, educativas y recreativas es fundamental para el desarrollo social del barrio. Además, la rehabilitación de edificios históricos como este contribuye a la preservación del patrimonio arquitectónico de Barcelona, al tiempo que se adapta a las necesidades contemporáneas.
La transformación de la Casa del Sucre es un ejemplo de cómo las ciudades pueden reinventarse y adaptarse a los cambios sociales y culturales. A medida que se avanza en el proyecto, se espera que la comunidad se involucre en el proceso, aportando ideas y sugerencias sobre cómo utilizar mejor el nuevo espacio. Este enfoque participativo no solo enriquecerá el proyecto, sino que también fortalecerá el sentido de pertenencia entre los vecinos.
La rehabilitación de la Casa del Sucre es un paso hacia la creación de un entorno más inclusivo y accesible en Glòries, donde todos los ciudadanos puedan disfrutar de un espacio que fomente la convivencia y el desarrollo comunitario. A medida que se acerca la fecha de inicio de las obras, la expectativa crece entre los residentes, quienes ven en este proyecto una oportunidad para revitalizar su barrio y crear un lugar donde todos puedan sentirse bienvenidos y conectados.