La Guardia Urbana de Barcelona ha llevado a cabo un innovador simulacro de ataque terrorista en la basílica de Sant Just i Pastor, como parte de un esfuerzo más amplio para mejorar la seguridad en lugares de culto. Este ejercicio, que se enmarca dentro del proyecto Spirit, financiado por la Unión Europea, busca establecer mecanismos de protección y respuesta ante posibles amenazas, principalmente terroristas, en centros religiosos. La colaboración entre la Guardia Urbana y diversas entidades de seguridad ha sido fundamental para el desarrollo de este programa, que incluye la utilización de tecnologías avanzadas como la realidad virtual.
### Un Proyecto Colaborativo para la Seguridad
El proyecto Spirit ha reunido a la Guardia Urbana de Barcelona con autoridades de seguridad, entidades y comunidades religiosas, no solo de la ciudad, sino también de otros países europeos. A través de inspecciones de seguridad, talleres de formación y el desarrollo de plataformas de realidad virtual, se han creado simulaciones que permiten entrenar a los agentes de seguridad en situaciones de emergencia. Esta metodología no solo evalúa el rendimiento de los equipos, sino que también optimiza los protocolos de seguridad en lugares de culto.
El simulacro realizado en la basílica de Sant Just i Pastor fue un ejercicio táctico que simuló dos situaciones de crisis: un incendio provocado y un ataque con cuchillo durante un evento navideño organizado por la comunidad de Sant Egidi para personas vulnerables. Este tipo de simulacro es crucial, ya que permite a los equipos de intervención y observación de diversas unidades de la Guardia Urbana, así como a servicios de emergencias médicas, protección civil y bomberos, practicar su respuesta en un entorno controlado.
El intendente mayor de la Guardia Urbana, Jordi Guerrero, destacó la importancia de cambiar la mentalidad sobre la seguridad en lugares de culto. Según Guerrero, es fundamental que los servicios de emergencia actúen en estos espacios como lo harían en cualquier otro lugar, a pesar de la impresión que pueda causar la intervención en un entorno tan simbólico y culturalmente significativo. La realidad virtual se convierte en una herramienta valiosa para entrenar a los equipos, permitiendo simular escenarios sin comprometer la integridad del edificio o la experiencia de los fieles.
### Herramientas Tecnológicas para la Prevención
El uso de la realidad virtual en el proyecto Spirit ha permitido desarrollar herramientas que analizan vulnerabilidades específicas de los edificios religiosos. Esto incluye un inventario de recursos preventivos y un simulador de comportamientos de multitudes, que ayuda a estudiar cómo reaccionan las personas ante una amenaza. Esta información es vital para mejorar los planes de evacuación y respuesta ante emergencias.
Además, el sistema Community Policing Tool permite a las comunidades religiosas mantener un contacto directo con las fuerzas de seguridad, facilitando la comunicación en caso de incidentes. Este enfoque proactivo no solo mejora la seguridad, sino que también fortalece la relación entre las comunidades religiosas y las autoridades locales.
El proyecto ha contado con la participación de entidades públicas y privadas de ocho países, incluyendo Grecia, Italia, Chipre, Bélgica y Rumanía. La colaboración internacional ha enriquecido el enfoque de seguridad, permitiendo el intercambio de mejores prácticas y experiencias. La directora de los servicios de prevención del Ayuntamiento de Barcelona, Maria Àngels Vila, subrayó que la seguridad en el espacio público ante amenazas terroristas ha sido una prioridad para la Guardia Urbana, y la participación en el proyecto Spirit ha sido una oportunidad para analizar y mejorar la protección de los espacios de culto.
La guerra entre Israel y Palestina, que estalló poco después del inicio del proyecto, ha puesto de relieve la necesidad de proteger los centros religiosos, lo que ha llevado a un enfoque más intensivo en la seguridad de estos lugares. Vila también mencionó que el proyecto ha establecido un vínculo de trabajo entre el Consistorio y el Arzobispado de Barcelona, lo que ha permitido que otros centros de culto se interesen por las herramientas de seguridad desarrolladas.
El uso de tecnologías avanzadas y la colaboración entre diferentes entidades son pasos cruciales para garantizar la seguridad en un mundo donde las amenazas son cada vez más complejas. La implementación de simulacros y el desarrollo de herramientas tecnológicas no solo preparan a los equipos de emergencia, sino que también ofrecen tranquilidad a las comunidades religiosas, asegurando que sus lugares de culto sean espacios seguros para la práctica de la fe.