En el contexto actual de la política catalana, donde los pactos y alianzas son más necesarios que nunca, Alberto Fernández Díaz, exlíder del Partido Popular de Catalunya (PPC), ofrece una perspectiva interesante sobre la importancia de los acuerdos en beneficio de los ciudadanos. En una reciente conversación, Fernández Díaz destacó que lo esencial en política es el contenido de los acuerdos, más que las ideologías de los aliados. «Yo creo que en política es más importante el qué que el con quién», afirmó, subrayando su compromiso con Barcelona y sus ciudadanos por encima de las siglas partidarias.
### La Política de Pactos y la Ciudadanía
A lo largo de su carrera, Fernández Díaz ha sido un firme defensor de la necesidad de llegar a acuerdos, incluso con aquellos que tienen posturas políticas opuestas. Su experiencia en el Ayuntamiento de Barcelona, donde fue concejal durante casi tres décadas, le ha permitido observar de cerca cómo los pactos pueden ser beneficiosos para la comunidad. «Llegar a acuerdos con independentistas no te hace independentista; hacerlo con el PSC no te hace socialista», argumenta, enfatizando que su objetivo siempre ha sido el bienestar de la ciudad.
Su trayectoria política incluye momentos de colaboración con figuras como Xavier Trias de CiU y Pasqual Maragall del PSC, lo que demuestra su disposición a trabajar con diferentes sectores para lograr resultados positivos. Sin embargo, reconoce que el proceso independentista ha complicado estas relaciones, distorsionando la política y las interacciones personales. «Lo distorsionó todo, las relaciones personales y la propia política», lamenta, refiriéndose a cómo el clima político ha cambiado en Catalunya en los últimos años.
Fernández Díaz también ha enfrentado críticas por algunos de sus pactos, especialmente aquellos que involucraron a la exalcaldesa Ada Colau. A pesar de las controversias, se mantiene firme en su creencia de que los acuerdos deben priorizar el interés de la ciudad. «Yo por Barcelona pactaría con el diablo», dice con humor, pero también con una profunda convicción de que la política debe ser útil y efectiva.
### Reflexiones sobre la Convivencia y el Terrorismo
Uno de los momentos más emotivos de su carrera fue cuando, en su despedida del consistorio en 2019, mencionó a Quim Forn, un líder independentista encarcelado. Este gesto fue interpretado por algunos como una muestra de convivencia y respeto, aunque también generó controversia. Fernández Díaz admite que le dolió ver a Forn en prisión, y aunque reconoce que no todos en su entorno comprendieron su gesto, lo considera una reflexión necesaria en tiempos de polarización política.
La relación entre ambos se remonta a sus años universitarios, donde, a pesar de militar en diferentes partidos, compartieron debates y experiencias. Esta conexión personal añade una capa de complejidad a su postura política, mostrando que la política no siempre es solo cuestión de ideologías, sino también de relaciones humanas.
Además de su carrera política, Fernández Díaz ha vivido momentos difíciles debido a la amenaza del terrorismo de ETA. Recuerda con claridad los días en que su vida estuvo en peligro, y cómo esa experiencia moldeó su perspectiva sobre la seguridad y el miedo. «Me he pasado 23 años viviendo con miedo y con escolta policial», confiesa, refiriéndose a los años en que tuvo que proteger a su familia de posibles ataques. Esta vivencia le ha dado una visión única sobre la importancia de la seguridad y la convivencia en una sociedad democrática.
Ahora, tras su retiro de la política activa, Fernández Díaz ha regresado a su profesión como abogado y se ha involucrado en iniciativas como Barcino 5G, un think tank que busca proponer soluciones para Barcelona. Su deseo de seguir contribuyendo a su ciudad refleja su compromiso continuo con la comunidad, incluso fuera del ámbito político.
En su tiempo libre, disfruta de actividades como el fútbol y las motos, lo que le permite desconectar de la política y disfrutar de la vida familiar. A pesar de los desafíos que ha enfrentado, su enfoque sigue siendo optimista, y su deseo de hacer «cosas útiles» por Barcelona permanece intacto. La política, para él, es un medio para lograr un fin: mejorar la vida de los ciudadanos y construir un futuro más cohesionado para todos.