La reciente decisión del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC) ha generado un amplio debate en la sociedad catalana, especialmente en lo que respecta al uso del catalán en el sistema educativo. La sentencia, que anula varios artículos del decreto de régimen lingüístico educativo de la Generalitat de 2024, ha sido calificada por Òmnium Cultural como parte de una «ofensiva españolista contra Catalunya». Esta organización, que defiende la lengua y cultura catalana, ha hecho un llamado a la movilización y a preparar una respuesta judicial ante lo que consideran un ataque a la identidad catalana.
### La Sentencia y sus Implicaciones
El fallo del TSJC ha declarado nulos de pleno derecho varios artículos que establecían el catalán como lengua vehicular y de aprendizaje en las aulas. Entre los puntos más controvertidos se encuentra la anulación de la obligación de utilizar el catalán en la actividad docente, en las relaciones con las familias y en los materiales didácticos. Además, se ha cuestionado la priorización del catalán como lengua auxiliar para la enseñanza de idiomas extranjeros y su uso como única lengua de acogida para el alumnado recién llegado.
La decisión del tribunal ha sido recibida con preocupación por parte de diversas entidades y figuras políticas que ven en ella un retroceso en la defensa del modelo educativo catalán, que ha sido el resultado de un consenso social y político a lo largo de los años. Òmnium Cultural, a través de su presidente Xavier Antich, ha enfatizado que la lengua catalana es «la columna vertebral de la nación y de la escuela», y ha instado a la ciudadanía a unirse en defensa de este modelo educativo.
Antich ha señalado que «si tocan el corazón del país, el país debe responder con una sola voz». Esta afirmación refleja la urgencia que siente la organización por movilizar a la población ante lo que consideran un ataque directo a la identidad cultural y lingüística de Catalunya. La respuesta de Òmnium incluye no solo la movilización en las calles, sino también la preparación de acciones legales para contrarrestar la sentencia del TSJC.
### Reacciones Políticas y Sociales
La reacción a la sentencia no se ha limitado a Òmnium Cultural. Otros partidos y organizaciones políticas también han expresado su descontento. Junts, por ejemplo, ha calificado la decisión del TSJC como un «ataque al catalán» y ha exigido al Govern que actúe con «contundencia» para proteger la lengua y el modelo educativo catalán. Esta postura resuena con el sentimiento de muchos ciudadanos que ven en la lengua un símbolo de su identidad y cultura.
El PSC, por su parte, ha aprovechado la ocasión para reivindicar una España federal y ha instado a mejorar la financiación de Catalunya, sugiriendo que la educación y la lengua son temas que deben ser abordados en un marco más amplio de diálogo y negociación. Esta perspectiva busca encontrar un equilibrio entre las diferentes sensibilidades lingüísticas y culturales que coexisten en Catalunya.
La movilización social también ha comenzado a tomar forma. Grupos de ciudadanos se están organizando para participar en manifestaciones y actos públicos en defensa del catalán. La Diada, que se celebra el 11 de septiembre, se perfila como una fecha clave para que la ciudadanía exprese su apoyo a la lengua y su rechazo a la sentencia del TSJC. La expectativa es que miles de personas salgan a las calles para reivindicar el derecho a la educación en catalán y a la preservación de su cultura.
El debate sobre el uso del catalán en las escuelas no es nuevo, pero la reciente sentencia ha reavivado las tensiones entre diferentes sectores de la sociedad catalana. Mientras algunos abogan por un modelo educativo que garantice la inmersión lingüística en catalán, otros defienden la necesidad de un sistema más bilingüe que incluya el castellano de manera equitativa. Esta diversidad de opiniones refleja la complejidad del contexto sociopolítico en Catalunya y la importancia de encontrar un consenso que respete la pluralidad de su población.
A medida que se acercan las movilizaciones y se intensifican las reacciones, queda claro que la cuestión del uso del catalán en las aulas seguirá siendo un tema candente en el debate público. La respuesta de la ciudadanía y de las instituciones será crucial para definir el futuro del modelo educativo en Catalunya y la protección de su lengua y cultura.