En un contexto de creciente tensión internacional, Barcelona se ha convertido en un punto focal de apoyo a la Flotilla de Gaza. Activistas han establecido un campamento permanente cerca del puerto de la ciudad, en respuesta a la reciente interceptación de embarcaciones que intentaban llevar ayuda humanitaria a la Franja de Gaza. La acampada, que comenzó el jueves, ha atraído a un número significativo de personas, con alrededor de 120 participantes que pasaron la noche en unas 30 tiendas de campaña. Judit Piñol, portavoz del Movimiento de Apoyo a la Flotilla, ha declarado que la intención es mantener esta acampada indefinidamente para visibilizar la situación en Gaza y exigir la liberación de los tripulantes detenidos.
La acampada se sitúa en la plaza de La Carbonera, un lugar simbólico que ha sido objeto de controversia debido a su cercanía con el puerto, donde se sospecha que han atracado barcos con material militar destinado a Israel. Este acto de protesta se enmarca dentro de un contexto más amplio de movilizaciones en varias ciudades europeas, donde miles de personas han salido a las calles para manifestar su rechazo a las acciones del gobierno israelí y su apoyo a la causa palestina.
### Huelga Estudiantil y Reacciones Institucionales
El clima de protesta no se limita a la acampada en Barcelona. Este viernes, varias facultades de la Universitat de Barcelona (UB) y la Universitat Politècnica de Catalunya (UPC) han suspendido clases debido a una huelga estudiantil en apoyo a Palestina. Los piquetes han bloqueado accesos, lo que ha llevado a la paralización de actividades académicas en diversas facultades. Esta huelga es parte de un movimiento más amplio que busca generar conciencia sobre la situación en Gaza y presionar a las autoridades para que actúen en favor de los derechos humanos.
El Ayuntamiento de Barcelona también ha tomado una postura clara al reafirmar su apoyo a la Global Sumud Flotilla. En un pleno extraordinario, se ha solicitado al Gobierno español que actúe con «máxima diligencia» para garantizar la seguridad de los tripulantes que fueron interceptados por el Ejército israelí. Esta declaración institucional ha sido respaldada por varios grupos políticos, incluyendo al PSC, Junts, BComú y ERC, lo que refleja un consenso en torno a la necesidad de actuar en defensa de los derechos humanos y la ayuda humanitaria.
### Protestas Internacionales
El impacto de la situación en Gaza ha resonado más allá de las fronteras españolas. En Italia, por tercer día consecutivo, miles de personas han salido a manifestarse en ciudades como Roma, donde se ha llevado a cabo la principal protesta. Las movilizaciones han sido convocadas para exigir el fin de la guerra en Gaza y para mostrar solidaridad con los activistas de la Flotilla. En Livorno, los estibadores han bloqueado el puerto en un acto de desobediencia civil, mientras que en otras ciudades se han registrado cancelaciones de trenes y vuelos en respuesta a las protestas.
La situación se ha vuelto aún más compleja con la reciente declaración de Hamás, que ha solicitado más tiempo para estudiar el plan de paz propuesto por el presidente estadounidense Donald Trump. Este plan, que ha sido respaldado por el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, ha generado controversia y desconfianza entre los líderes palestinos, quienes sienten que necesitan más tiempo para evaluar sus implicaciones.
En medio de este clima de tensión, la Armada israelí ha tomado el control de la embarcación ‘Mariette’, la última de la Flotilla que intentaba llegar a Gaza. Este acto ha sido visto como un intento de silenciar las voces que claman por ayuda humanitaria y por el fin de la violencia en la región. Las autoridades israelíes han afirmado que los 470 activistas a bordo de la Flotilla han pasado por un «proceso de inspección» en el puerto de Asdod, lo que ha suscitado preocupaciones sobre su futuro y el tratamiento que recibirán.
La situación en Gaza y las protestas en apoyo a la Flotilla reflejan un momento crítico en la historia reciente, donde la solidaridad internacional y la presión pública están jugando un papel fundamental en la lucha por los derechos humanos y la justicia social. Las acampadas y manifestaciones en Barcelona y otras ciudades son un testimonio del compromiso de la sociedad civil para abogar por un cambio significativo en la política internacional hacia Palestina.