La reciente presentación de los presupuestos y ordenanzas fiscales para el año 2026 en Barcelona ha generado un intenso debate político. La propuesta del gobierno de Jaume Collboni ha sido recibida con interés, pero también con críticas y exigencias por parte de los grupos de oposición, especialmente de BComú. Janet Sanz, líder de esta formación, ha delineado una serie de condiciones que su partido considera imprescindibles para apoyar la aprobación de las nuevas normativas fiscales.
### Propuestas de BComú para la Fiscalidad Municipal
Una de las propuestas más destacadas de BComú es la reducción del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) para la primera compra de vivienda. Según Sanz, esta medida busca facilitar el acceso a la vivienda para los ciudadanos y contrarrestar la especulación inmobiliaria que ha afectado a muchos barceloneses. La idea es que el IBI aumente progresivamente con cada vivienda adicional que se adquiera, lo que incentivaría a los propietarios a no acumular propiedades vacías y, en cambio, fomentar un uso más equilibrado del espacio urbano.
Además de la modificación del IBI, Sanz ha propuesto la creación de un Plan de Usos para regular los comercios en la ciudad. La líder de BComú ha expresado su preocupación por la desaparición de las tiendas de barrio, que considera un elemento vital para la cohesión social y económica de los barrios. Según ella, la proliferación de franquicias ha desvirtuado el equilibrio comercial, y es necesario establecer regulaciones que protejan a los pequeños comercios y promuevan la diversidad en el sector.
Por último, Sanz ha exigido un compromiso político para acelerar las rehabilitaciones en el barrio del Besòs-Maresme. Este proyecto es crucial para mejorar las condiciones de vida de los residentes y revitalizar una zona que ha enfrentado numerosos desafíos en términos de infraestructura y servicios.
### Compromisos Adicionales y Negociaciones
En el marco de las negociaciones para los presupuestos, BComú ha planteado otras dos condiciones que consideran fundamentales. La primera es la aprobación de un veto urbanístico que regule los alquileres de temporada. Esta medida busca proteger a los inquilinos de los abusos que pueden surgir en un mercado inmobiliario cada vez más competitivo y especulativo. La segunda condición se refiere a la búsqueda de alternativas habitacionales para los vecinos de Vallcarca que se encuentran en situación de vulnerabilidad.
Sanz ha destacado la importancia de establecer una mesa de negociación entre los vecinos de Vallcarca y el ayuntamiento, con el objetivo de abordar sus preocupaciones y necesidades de manera efectiva. Este enfoque participativo es visto como un paso positivo hacia la recuperación de la confianza entre BComú y el gobierno municipal.
La líder de BComú ha manifestado que, aunque estas propuestas son un punto de partida, están dispuestos a seguir negociando y buscando soluciones que beneficien a la ciudadanía. La situación actual en Barcelona, marcada por la crisis de vivienda y la especulación, exige un enfoque proactivo y colaborativo por parte de todos los actores políticos.
En resumen, las propuestas de BComú para la nueva legislación fiscal en Barcelona reflejan una preocupación por la equidad social y el bienestar de los ciudadanos. La reducción del IBI, la regulación de los usos comerciales y el compromiso con la rehabilitación de barrios son solo algunas de las medidas que buscan transformar la ciudad en un lugar más habitable y justo para todos. A medida que avanzan las negociaciones, será crucial observar cómo se desarrollan estas propuestas y qué impacto tendrán en la vida de los barceloneses.