El Teatro Real de Madrid se convirtió en un escenario vibrante la noche del 9 de octubre de 2025, cuando la icónica Patti Smith subió al escenario para celebrar el aniversario de su álbum debut, ‘Horses’. La atmósfera era palpable, con un público diverso que abarcaba varias generaciones, desde aquellos que vivieron la revolución del rock en los años 80 hasta los jóvenes que descubren su música hoy. La vestimenta del público reflejaba esta diversidad, con un estilo más relajado y casual que el habitual en un teatro de ópera, lo que indicaba que estaban allí para disfrutar de una experiencia única y auténtica.
La artista, conocida por su poderosa voz y su presencia escénica, comenzó su actuación con ‘Gloria’, una canción que ha resonado a lo largo de su carrera. Desde el primer acorde, el público se puso de pie, aplaudiendo con fervor. La banda que la acompañaba, compuesta por músicos que han estado a su lado durante décadas, aportó una energía contagiosa a cada interpretación. Lenny Kaye y Jay Dee Daugherty, miembros fundadores de su banda, junto a Tony Shanahan y Jackson Smith, hijo de Patti, crearon un sonido que combinaba la esencia del punk con toques de sofisticación.
### Un Viaje Musical a Través de ‘Horses’
A medida que avanzaba el concierto, Patti Smith ofreció un recorrido por su álbum ‘Horses’, interpretando temas como ‘Redondo Beach’ y ‘Free Money’. Cada canción era un testimonio de su capacidad para fusionar diferentes géneros musicales, desde el reggae hasta el free jazz, lo que hizo de ‘Horses’ un álbum revolucionario en su época. La voz de Patti, aunque más grave y rasposa que en sus años de juventud, seguía siendo potente y emotiva, capaz de transmitir la profundidad de sus letras.
Durante el concierto, Patti se tomó su tiempo para interactuar con el público, compartiendo anécdotas y reflexiones. Una de las historias más conmovedoras fue la dedicatoria de ‘Kimberley’, una canción que escribió para su hermana pequeña. En este momento, la artista recordó la importancia de la infancia y la necesidad de proteger a los niños en un mundo lleno de adversidades. Su mensaje resonó en el Teatro Real, donde el público respondió con aplausos y vítores.
La conexión entre Patti y su audiencia se hizo aún más evidente cuando interpretó ‘Break It Up’, una canción que evocó recuerdos de su colaboración con el legendario Jim Morrison. La guitarra de su hijo, Jackson, añadió una capa emocional a la interpretación, mientras Patti se sumergía en la narrativa de la canción. Su habilidad para contar historias a través de la música es una de las razones por las que ha sido considerada una de las mejores escritoras de rock.
### Un Mensaje de Lucha y Esperanza
A medida que el concierto se acercaba a su clímax, Patti Smith no dudó en abordar temas sociales y políticos. En un momento emotivo, recordó a la activista que inspiró ‘Peaceable Kingdom’, una canción que escribió en memoria de una mujer que perdió la vida tratando de proteger a otros. Su llamado a la acción y su deseo de un mundo mejor resonaron en el público, que no dudó en expresar su apoyo con gritos de «Palestina libre». Este tipo de interacción demuestra que Patti no solo es una artista, sino también una voz para aquellos que no tienen una.
El final del concierto fue una explosión de energía con ‘Because the Night’, un himno que ha perdurado a lo largo de los años. Patti dedicó esta canción a su difunto compañero, Fred ‘Sonic’ Smith, recordando su amor y su legado. La interpretación fue tan intensa que el público se unió en un coro, creando un momento de pura magia musical.
Finalmente, el concierto culminó con ‘People Have The Power’, una canción que ha sido un grito de guerra desde su lanzamiento en los años 80. Patti, con su inconfundible carisma, instó al público a levantarse y ejercer su poder, transformando el Teatro Real en un espacio de celebración y resistencia. La velada no solo fue un homenaje a su carrera, sino también un recordatorio de la importancia de la música como herramienta de cambio social.
La noche en el Teatro Real fue más que un simple concierto; fue una celebración de la vida, la lucha y la poesía que Patti Smith ha compartido a lo largo de su carrera. Con casi 80 años, su energía y pasión por la música siguen siendo inquebrantables, y su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de artistas y oyentes por igual.