La reciente aprobación de un plan urbanístico en el área metropolitana de Barcelona ha generado un gran interés, especialmente en relación con el aeropuerto del Prat. Este plan busca fomentar la actividad económica en un entorno de 630 hectáreas que abarca los municipios de Gavà, Viladecans y Sant Boi de Llobregat. La decisión del Consejo Metropolitano del Área Metropolitana de Barcelona (AMB) se produce tras un revés judicial en 2020, cuando el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) desestimó un proyecto anterior por considerar que la competencia recaía en el AMB y no en la Generalitat.
El nuevo plan, que ha sido aprobado con la abstención de algunos partidos políticos, tiene como objetivo facilitar la ejecución de proyectos de gran relevancia social y económica, al tiempo que se busca compatibilizar el desarrollo urbano con la protección del medio ambiente. Este enfoque es crucial, dado que el área afectada está cerca del Parc Agrari del Baix Llobregat, un espacio natural que ha sido objeto de controversia en el pasado debido a preocupaciones sobre el impacto ambiental de las expansiones urbanas.
### Detalles del Plan Urbanístico
El plan urbanístico aprobado por el AMB incluye la creación de seis nuevos sectores económicos en la región, que abarcan desde complejos hoteleros y turísticos hasta desarrollos industriales y residenciales. Las áreas específicas que se verán afectadas son Joncs, Marinada, Remolar-Filipines, Llevant y Antic Hiper, cada una con diferentes extensiones de terreno. Por ejemplo, Joncs abarca 186 hectáreas, mientras que Remolar-Filipines se extiende por 336 hectáreas, que incluyen tanto Gavà como Viladecans.
Uno de los aspectos más destacados del informe que respalda este cambio urbanístico es la decisión de aumentar la superficie de suelo no urbanizable en 279 hectáreas. Esto se traduce en un esfuerzo por conservar y potenciar la biodiversidad en la región, creando grandes áreas de espacios libres que se alinean con los corredores fluviales y ecológicos, especialmente en relación con las rieras de los Canyars y Sant Climent.
El vicepresidente de Políticas Urbanísticas del AMB, Damià Calvet, ha subrayado que el plan busca «blindar» el perímetro del Parc Agrari del Baix Llobregat, asegurando que los usos del suelo estén bien definidos y que se respete el entorno natural. Este enfoque ha sido bien recibido por algunos sectores, aunque otros, como los partidos Comuns y ERC, han expresado sus dudas sobre la viabilidad del proyecto y su impacto ambiental.
### Reacciones y Controversias
La aprobación del plan ha suscitado reacciones mixtas entre los diferentes actores políticos y sociales. Mientras que el PSC, que tiene mayoría en el AMB, y otros partidos como Junts y Vivim Montcada i Reixac han apoyado la iniciativa, otros grupos han mostrado su preocupación. La Plataforma SOS Baix Llobregat i L’Hospitalet, entre otras entidades vecinales, ha manifestado su rechazo a la ampliación del aeropuerto y a los planes de desarrollo urbano, argumentando que podrían comprometer la salud ambiental de la zona.
El debate sobre la ampliación del aeropuerto de Barcelona y sus implicaciones para el desarrollo urbano no es nuevo. En 2020, el TSJC había anulado un plan similar, lo que llevó a la Generalitat a replantear su enfoque. La nueva propuesta, que se enmarca dentro de un contexto más amplio de compensaciones económicas a los municipios por el fallido proyecto de Eurovegas, busca no solo revitalizar la economía local, sino también integrar los nuevos desarrollos con el tejido urbano existente.
El plan también incluye un compromiso significativo con la vivienda, estableciendo que el 50% del suelo destinado a nuevos desarrollos será para vivienda protegida, tanto en venta como en alquiler. Este aspecto es crucial en un contexto donde la crisis de vivienda en Barcelona y su área metropolitana ha alcanzado niveles alarmantes.
En resumen, la reciente luz verde al plan urbanístico en torno al aeropuerto de Barcelona representa un paso significativo en la reconfiguración del paisaje urbano de la región. Sin embargo, también plantea importantes preguntas sobre el equilibrio entre el desarrollo económico y la conservación del medio ambiente, un dilema que seguirá siendo objeto de debate en los próximos meses.