La exseleccionadora del equipo femenino de fútbol de España, Montse Tomé, ha roto su silencio tras su reciente destitución, que se produjo poco después de que la selección perdiera en la final de la Eurocopa contra Inglaterra. En una entrevista concedida a un programa de radio, Tomé expresó su decepción por la forma en que se manejó su salida, revelando que se enteró de su cese a través de un mensaje de su representante, lo que la dejó sintiéndose traicionada. «Nadie me avisa del despido, me entero de que no seguiré al frente de la Selección a través de un mensaje de mi representante. Louzán me transmitió que si se hacía una buena Eurocopa, me quedaría en el cargo. Estoy decepcionada porque creo que ha faltado a la palabra que me había dado», comentó Tomé, reflejando su frustración por la falta de comunicación.
La selección española, conocida como la ‘roja’, llegó a la final del torneo el 27 de julio, pero fue derrotada en la tanda de penaltis. Solo 15 días después de este evento, Tomé fue destituida, y su puesto será ocupado por Sonia Bermúdez. La exentrenadora también se refirió a la falta de reacciones públicas por parte de las futbolistas tras su salida, minimizando la importancia de este hecho. «Muchas jugadoras me han escrito mensajes y me han llamado. Siempre me he sentido muy respetada y muy querida. No le doy importancia a que no se hayan despedido en redes sociales. No me duele y me siento muy querida», aseguró.
En la entrevista, Tomé fue cuestionada sobre si creía que las jugadoras habían influido en su cese. A lo que respondió: «No diría que eso es así. Todo este tiempo con las jugadoras ha sido profesional. Hemos tratado igual a las que jugaban y a las que no. Hemos recuperado al equipo que el año pasado en los Juegos Olímpicos no tenía energía, hemos cambiado piezas y cuando hablo con el presidente me transmite que las jugadoras están contentas». Esta afirmación sugiere que, a pesar de su salida, Tomé se siente respaldada por el equipo y su trabajo durante su mandato.
Uno de los temas más controvertidos que surgió durante la entrevista fue el ‘caso Jenni Hermoso’, una situación que ha estado en el centro de atención mediática. Tomé fue preguntada sobre si creía que la situación de Hermoso había tenido un impacto en su despido. «No quiero pensar eso, no contemplo eso. Una selección no es de una, dos o tres jugadoras. Una selección es de 23, cuando vienen 23, y otras 23 cuando viene otra convocatoria. Un día estás y mañana no estás, dependiendo del rendimiento y las decisiones que tomemos. Y ahí tiene que haber un absoluto respeto, independientemente de cómo te llames», afirmó. Esta respuesta indica que Tomé considera que la selección debe ser un esfuerzo colectivo y no depender de la influencia de una sola jugadora.
Además, Tomé negó haber recibido presiones para no convocar a Hermoso, lo que añade una capa de complejidad a la situación. «Nunca. Es más, he tenido que ir a un juicio a defender porque no venía una jugadora. Me pareció raro, sinceramente. Y me pareció aprendizaje, pero yo cuando salía de ahí decía, he venido aquí a explicar por qué no convocamos a una jugadora. No entendía, no entendía», explicó. Esta declaración sugiere que Tomé ha enfrentado desafíos significativos durante su tiempo como entrenadora, y que ha tenido que lidiar con situaciones difíciles que han afectado su gestión.
La salida de Montse Tomé ha generado un debate considerable en el ámbito del fútbol femenino en España. Muchos aficionados y analistas se preguntan si su despido fue justo, especialmente después de haber llevado al equipo a una final de Eurocopa. La falta de comunicación y el manejo de su cese han sido criticados, y muchos consideran que se debería haber dado un trato más respetuoso a una figura que ha contribuido al crecimiento del fútbol femenino en el país. La llegada de Sonia Bermúdez al banquillo es vista con escepticismo por algunos, quienes creen que la transición podría no ser la más adecuada en este momento crítico para el equipo.
A medida que se desarrolla esta historia, los aficionados y seguidores del fútbol femenino estarán atentos a cómo se manejarán las futuras convocatorias y el ambiente dentro del equipo. La situación de Montse Tomé es un recordatorio de los desafíos que enfrentan las mujeres en el deporte, y de la necesidad de un cambio en la cultura que rodea al fútbol femenino en España. La esperanza es que, con el tiempo, se logre un entorno más respetuoso y equitativo para todas las jugadoras y entrenadoras que forman parte de este deporte.