En un reciente informe titulado ‘Leadership in education: lead for learning’, presentado en Barcelona, la UNESCO ha destacado la necesidad de mejorar el reconocimiento profesional y económico de los directores de centros educativos en Catalunya. Este análisis, adaptado a la realidad catalana, fue realizado en colaboración con el LID Barcelona, el Col·legi de Doctors i Llicenciats-Col·legi de Docents y la Societat Catalana de Pedagogia. Uno de los puntos más críticos del informe es la observación de que el liderazgo pedagógico de los directores es limitado, ya que dedican un 44% de su tiempo a tareas administrativas y solo un 21% a tareas pedagógicas. Esto ha llevado a los expertos a sugerir la incorporación de figuras que asuman las responsabilidades administrativas y gerenciales, permitiendo así que los directores se concentren en su rol pedagógico.
El informe también señala que existe una «poca exigencia» en el acceso a la profesión docente y que el trabajo de los educadores no se evalúa de manera sistemática. En este sentido, se hace un llamado a aumentar la autonomía de los directores para que puedan elegir a sus equipos y adaptar las metodologías de enseñanza. Además, se propone revisar los procesos de selección y formación de los docentes, ya que actualmente solo un tercio de los centros educativos colabora entre sí, lo que limita el intercambio de buenas prácticas y la mejora continua.
### Necesidad de Colaboración y Apoyo
El informe enfatiza la importancia de mejorar la colaboración entre los centros educativos. Actualmente, solo un tercio de las instituciones educativas en Catalunya se involucran en prácticas colaborativas, lo que limita el desarrollo de redes de apoyo entre equipos directivos. Para abordar esta situación, se sugiere la creación de espacios regulares de encuentro y el fortalecimiento del trabajo en zonas educativas. La falta de colaboración no solo afecta a los directores, sino que también repercute en la calidad de la educación que reciben los estudiantes.
Además, se hace un llamado a la inspección educativa para que asuma un rol de apoyo en lugar de limitarse a la supervisión. La consellera de Educación, Esther Niubó, ha indicado que este curso se han comenzado a implementar cambios en este sentido, aunque aún queda mucho por hacer. El informe también menciona la necesidad de desplegar el Decreto de Autonomía y otros decretos que definan claramente los perfiles y la provisión de puestos docentes.
La directora de LID Barcelona, Anna Jolonch, subrayó la urgencia de un cambio en el papel que desempeñan los directores en Catalunya. Según Jolonch, el desánimo y la complejidad en el ámbito educativo son problemas extendidos que requieren atención inmediata. «Es necesario creer y fomentar un liderazgo eficiente, compartido e informado; no podemos esperar más», afirmó durante la presentación del informe.
### Desafíos y Reivindicaciones
Sin embargo, estas propuestas chocan con las demandas históricas de los sindicatos, que abogan por reducir el poder de los directores en la selección de sus equipos. Tras un macroproceso de estabilización docente, el Departament ha congelado la creación de nuevas plazas perfiladas, lo que ha limitado la capacidad de los directores para seleccionar a los profesores interinos que se ajusten a sus proyectos educativos. Esta situación ha generado tensiones entre las autoridades educativas y los sindicatos, que buscan equilibrar el poder en la toma de decisiones dentro de los centros.
La crisis de asignación de docentes en Catalunya durante el pasado julio, que obligó a repetir el proceso de selección, es un claro ejemplo de las complicaciones que enfrenta el sistema educativo. La consellera tuvo que dar explicaciones en el Parlament tras la controversia generada por la reserva de plazas para interinos, lo que contravino las directrices de la conselleria. Este tipo de incidentes pone de manifiesto la necesidad de una revisión profunda de los procesos de gestión y asignación de recursos en el ámbito educativo.
La UNESCO, a través de su informe, ha puesto de relieve la importancia de un liderazgo escolar eficaz, que requiere procesos de selección justos, formación especializada y una autonomía real en la toma de decisiones. A pesar de que el 76% de los países exige que los directores sean docentes cualificados, solo tres de cada diez requieren experiencia en gestión. Esto plantea un desafío significativo para el futuro del liderazgo educativo en Catalunya y resalta la necesidad de un enfoque más integral y colaborativo en la gestión de los centros educativos.