La tortuga mediterránea, un símbolo de la biodiversidad en España, enfrenta una grave amenaza de extinción. Este reptil, que se encuentra en peligro crítico, es uno de los dos representantes de tortugas terrestres en el país, junto con la tortuga mora. Ambas especies están protegidas por la ley, pero su supervivencia está en juego debido a diversas amenazas que han reducido drásticamente sus poblaciones.
### Distribución y Hábitat de la Tortuga Mediterránea
La tortuga mediterránea, conocida científicamente como Testudo hermanni, tiene su núcleo poblacional natural en la Sierra de la Albera, en Girona. Sin embargo, su presencia se ha registrado en otros lugares de Cataluña, como el macizo del Garraf, la sierra de Montsant, y el Delta del Ebro, gracias a esfuerzos de reintroducción. Estas iniciativas buscan restaurar su distribución natural y asegurar un futuro para la especie en la región.
En el caso de la tortuga mora (Testudo graeca), su distribución es más limitada, encontrándose principalmente en Doñana y en algunas áreas del sureste de España. A pesar de su similitud con la tortuga mediterránea, se pueden distinguir por su coloración y características físicas. La tortuga mediterránea presenta un caparazón con manchas negras sobre un fondo amarillo, mientras que la tortuga mora es de un color más oscuro y tiene diferencias en la estructura de su cola.
Ambas especies son ovíparas y suelen poner entre 3 y 4 huevos en nidos que excavan en el suelo. La incubación de los huevos depende de la temperatura ambiental, lo que influye en el sexo de las crías: temperaturas superiores a 31,5 °C tienden a producir hembras, mientras que temperaturas más bajas generan machos. Este fenómeno resalta la importancia del clima en la reproducción de estas tortugas, que ya enfrentan desafíos adicionales debido al cambio climático.
### Amenazas y Conservación
Las tortugas mediterráneas y moras enfrentan múltiples amenazas que ponen en riesgo su supervivencia. La captura ilegal es una de las principales preocupaciones, ya que muchas personas mantienen a estas tortugas como mascotas, a pesar de que esto es ilegal. Cada año, los centros de recuperación en Cataluña reciben más de 3,000 tortugas que han sido rescatadas de situaciones de cautiverio.
Además de la captura, la depredación por parte de animales como jabalíes, zorros y ratas representa un riesgo significativo, especialmente para las crías y los huevos. La alteración de su hábitat, provocada por la urbanización y la agricultura intensiva, también afecta la disponibilidad de alimento y refugio, lo que agrava la situación de estas especies.
Proyectos de conservación están en marcha para mitigar estas amenazas. Uno de los esfuerzos más destacados se lleva a cabo en el Espacio Natural Protegido del Río Gaià, donde se están realizando reintroducciones de tortugas mediterráneas. Estas iniciativas son cruciales para asegurar que los individuos tengan un hábitat adecuado y puedan prosperar en un entorno seguro.
La educación y la sensibilización del público también son fundamentales para la conservación de estas especies. Informar a la población sobre la importancia de las tortugas en el ecosistema y las leyes que las protegen puede ayudar a reducir la captura ilegal y fomentar un mayor respeto por la vida silvestre.
En resumen, la tortuga mediterránea y la tortuga mora son especies emblemáticas que requieren atención y acción urgente para asegurar su supervivencia. A través de esfuerzos de conservación, educación y protección de su hábitat, es posible trabajar hacia un futuro más seguro para estos reptiles en peligro de extinción.