La moda es un ciclo interminable de reinvención y nostalgia. En el año 2025, las tendencias de los años 2000 han vuelto a cobrar protagonismo, pero este octubre ha traído consigo un giro aún más sorprendente: estilos que parecen sacados de épocas pasadas, reinventados con un toque punky y postmoderno. Este fenómeno ha capturado la atención de las generaciones más jóvenes, como los millennials y centennials, quienes, con un bagaje cultural diferente, están redescubriendo la moda a través de una lente contemporánea.
### La Influencia de Miu Miu y el Resurgimiento de lo Cotidiano
Uno de los momentos más impactantes de la reciente Paris Fashion Week fue la presentación de la colección primavera-verano 2026 de Miu Miu. La firma, bajo la dirección creativa de Miuccia Prada, sorprendió al público con una serie de prendas que evocan la estética de los delantales y batas que solían llevar las abuelas mediterráneas. Estos humildes atuendos, que alguna vez fueron sinónimo de trabajo doméstico, han sido elevados a la categoría de «cool». Miu Miu ha rendido homenaje a la historia de las mujeres trabajadoras, transformando lo que antes era un símbolo de la vida cotidiana en una declaración de moda.
La colección incluye mandiles, mandilones y batas de cuadros y flores, elementos que evocan recuerdos de la infancia y de las abuelas que cuidaban de sus familias. Este resurgimiento de lo auténtico y lo cotidiano refleja una búsqueda de conexión con el pasado, un deseo de recuperar lo que ha sido olvidado o relegado a los márgenes de la moda. Este fenómeno no es nuevo; ya hemos visto cómo la cultura popular, especialmente en el cine, ha explorado estas temáticas. Películas de directores como Pedro Almodóvar han retratado a mujeres que lucen estos atuendos, creando un vínculo emocional con el público.
### Rosalía y la Estética Nuncore: Un Viaje Espiritual a Través de la Moda
La cantante Rosalía también ha sido pionera en esta tendencia con su nuevo álbum «Lux», que se lanzará el 7 de noviembre. En la portada, la artista presenta un look que ha sido denominado «nuncore», una mezcla de la palabra inglesa «nun» (monja) y «core» (estilo). Rosalía aparece con un velo blanco y un atuendo que recuerda a un hábito de monja, lo que ha generado un debate sobre la estética de la fe y su interpretación en la moda contemporánea.
Este nuevo estilo de Rosalía se alinea con una tendencia más amplia hacia el minimalismo y la sobriedad en la moda. La artista ha explorado la iconografía religiosa en su trabajo anterior, y su nueva estética parece ser una continuación de esa exploración. La portada de «Lux» presenta elementos que evocan la espiritualidad, como un rosario y un crucifijo, lo que sugiere una búsqueda de significado más profundo en su arte. La periodista de moda Alexandra Lores ha señalado que esta etapa de Rosalía coincide con un movimiento conservador en el que las marcas están adoptando un enfoque más sobrio y recatado.
Este resurgimiento de la mística religiosa en la moda no se veía desde la época de Madonna y su icónico «Like a Prayer». La combinación de elementos religiosos con la moda contemporánea plantea preguntas sobre la fe y su representación en la cultura popular. En un momento en que el número de religiosas en España ha disminuido drásticamente, la estética de la fe se convierte en un tema de discusión relevante. La decisión de una adolescente de entrar en un convento, como se muestra en la nueva película «Los domingos», resuena con la búsqueda de identidad y propósito en la actualidad.
La moda, en su esencia, es un reflejo de la sociedad y sus valores. La resurrección de estilos que evocan el pasado, como los delantales de Miu Miu y el look nun de Rosalía, sugiere un deseo de reconectar con lo auténtico y lo significativo. En un mundo donde la velocidad de la moda rápida a menudo eclipsa la historia y la tradición, estas tendencias nos recuerdan que lo viejo puede ser nuevo nuevamente, y que la moda puede ser un vehículo para explorar temas más profundos de identidad, cultura y espiritualidad. La moda no solo se trata de lo que llevamos puesto, sino de cómo nos conectamos con nuestra historia y nuestras raíces, y cómo esas conexiones pueden ser reinterpretadas en el presente.
