La situación hídrica en Catalunya ha experimentado un cambio significativo en los últimos meses, marcando un respiro tras años de sequía severa. La primavera de 2025 trajo consigo lluvias abundantes que elevaron las reservas de agua en los embalses de la región, superando el 80% de su capacidad. Este aumento es notable, ya que representa un incremento de más del 20% en comparación con la media de los cinco años anteriores. Sin embargo, a medida que el verano avanzaba y las temperaturas se disparaban, los niveles de agua comenzaron a descender, alcanzando cerca del 70% en los meses posteriores. Con la llegada del otoño y las recientes lluvias, los embalses han vuelto a mostrar signos de recuperación, aunque todavía se encuentran por debajo del umbral del 75%.
La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) es la entidad responsable de monitorear y reportar el estado de los embalses en Catalunya. Esta agencia proporciona informes diarios que detallan la situación hídrica en todo el territorio, así como registros específicos para el sistema Ter-Llobregat, que es crucial para el abastecimiento de agua en las provincias de Barcelona y Girona, así como en la comarca de Solsonès.
**Estado Actual de los Embalses**
A fecha de 26 de septiembre de 2025, los embalses de Catalunya se encuentran al 74,10% de su capacidad total, lo que representa un ligero aumento del 0,16% respecto al día anterior. Este nivel es suficiente para mantener a la región fuera de la situación de sequía, cuyo umbral se establece en el 60%. Este es un avance significativo, considerando que hace unos meses se superó por primera vez desde marzo de 2022 la marca del 56% de capacidad.
El sistema Ter-Llobregat, que incluye cinco embalses principales: Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç, es fundamental para el suministro de agua en la región. Además, existen otros cuatro embalses que, aunque no forman parte de este sistema, también contribuyen al abastecimiento hídrico: Darnius Boadella, Foix, Siurana y Riudecanyes.
**Impacto de la Sequía y Medidas Adoptadas**
Los efectos de la sequía en Catalunya han sido devastadores en los últimos años, llevando al Govern a implementar medidas de emergencia para gestionar el agua. Comparando los datos actuales con los del año anterior, la situación es notablemente mejor. Todos los embalses presentan niveles superiores a los de hace un año, y durante la primera semana de marzo de 2025, los niveles de agua se duplicaron en comparación con el mismo periodo de 2024.
Es importante destacar que estos niveles de agua son comparables a los que se registraban antes de que la sequía comenzara a afectar la región. En 2019, por ejemplo, la mayoría de los embalses estaban por encima del 80% de su capacidad, lo que refleja una recuperación significativa en el contexto actual.
La primavera de 2025 ha sido especialmente lluviosa, marcando el octavo periodo más húmedo desde que se tienen registros en 1961. Las lluvias ininterrumpidas durante varias semanas permitieron que el 5 de abril se decretara el fin de la sequía, cerrando marzo con los embalses de las cuencas internas llenos en más del 60% de su capacidad.
A medida que se avanza hacia el otoño, la incertidumbre sobre las lluvias futuras persiste. Las previsiones meteorológicas indican que Catalunya podría enfrentar un otoño más cálido de lo normal, lo que genera preocupación sobre la posibilidad de que la sequía regrese. La gestión del agua y la planificación a largo plazo serán cruciales para asegurar que la región pueda enfrentar cualquier eventualidad relacionada con el clima.
La recuperación de los embalses en Catalunya es un tema de gran relevancia, no solo para el suministro de agua, sino también para la agricultura, la industria y el bienestar de la población. La colaboración entre las autoridades y la ciudadanía será fundamental para mantener un uso responsable y sostenible del recurso hídrico, garantizando así que las futuras generaciones puedan disfrutar de un acceso adecuado al agua.