La crianza de los niños es un proceso lleno de dudas y preocupaciones para los padres. Uno de los temas que más inquieta a los cuidadores es la postura que adoptan los niños al sentarse, especialmente la conocida como «postura en W». Este fenómeno ha sido objeto de atención por parte de especialistas, como el traumatólogo infantil Juanjo López, quien ha compartido su perspectiva sobre este tema a través de redes sociales. En su intervención, López busca aclarar las inquietudes de los padres y desmitificar algunas creencias erróneas que rodean esta postura.
### Entendiendo la Postura en W
La postura en W se refiere a la forma en que algunos niños se sientan en el suelo, con las piernas dobladas hacia atrás y los pies apoyados en el suelo, formando una «W». Esta posición es común entre los niños pequeños y, según López, está relacionada con una condición natural del fémur conocida como anteversión femoral. Esta condición hace que la cabeza del fémur esté orientada hacia adelante, lo que permite que algunos niños se sienten de esta manera.
López enfatiza que esta postura no es una patología y no requiere corrección. De hecho, en el 99.9% de los casos de niños sanos, esta condición tiende a corregirse de manera natural a medida que el niño crece. Esto es un alivio para muchos padres que se preocupan por las posibles consecuencias a largo plazo de esta forma de sentarse. La idea de que la postura en W pueda causar deformidades o displasias es un mito que López se esfuerza por desmentir.
El traumatólogo también señala que, en lugar de corregir a un niño que se sienta en W, es más beneficioso permitir que adopte la postura que le resulta más cómoda. Para muchos niños, sentarse de esta manera les permite jugar de forma más activa y cómoda, ya que les da mayor estabilidad y libertad de movimiento. Por lo tanto, en lugar de forzar a los niños a cambiar su postura, es recomendable que los padres y educadores se enfoquen en fomentar un ambiente de juego saludable y seguro.
### La Perspectiva de los Especialistas
La opinión de López está respaldada por otros expertos en el campo de la pediatría y la traumatología. Muchos pediatras coinciden en que la postura en W no es motivo de preocupación, siempre y cuando el niño esté sano y no presente otros síntomas que puedan indicar problemas ortopédicos. La clave está en observar el desarrollo general del niño y asegurarse de que esté alcanzando los hitos de crecimiento y desarrollo adecuados.
Además, es importante que los padres se sientan cómodos al consultar a un especialista si tienen dudas sobre el desarrollo de sus hijos. La comunicación abierta con los pediatras puede ayudar a aliviar la ansiedad que muchos padres sienten al observar hábitos posturales que consideran inusuales. La educación sobre el desarrollo infantil es fundamental para que los padres puedan tomar decisiones informadas y basadas en evidencia.
López también comparte su experiencia personal como padre, lo que añade un nivel de empatía a su mensaje. Al mostrar fotos de sus propios hijos, explica que, aunque uno de ellos todavía adopta la postura en W, los demás han corregido su forma de sentarse de manera natural. Esto refuerza la idea de que la mayoría de los niños eventualmente ajustan su postura sin necesidad de intervención.
En resumen, la postura en W es una fase normal del desarrollo infantil que no debe ser motivo de preocupación para los padres. En lugar de intentar corregir esta postura, es más beneficioso permitir que los niños se sientan cómodos y libres para jugar. La educación y la comprensión sobre el desarrollo infantil son esenciales para que los padres puedan apoyar a sus hijos de la mejor manera posible. Al final, cada niño es único y su desarrollo seguirá su propio ritmo, y eso es algo que debe ser celebrado y apoyado.