La moda veraniega de 2025 está marcada por una ruptura con las normas tradicionales, donde el estilo personal y la libertad de expresión se convierten en los protagonistas. En este contexto, las redes sociales, especialmente TikTok, juegan un papel crucial en la creación y difusión de tendencias. Federico Antelo, director de la escuela de Moda del Istituto Europeo di Design en Madrid, comparte su visión sobre cómo la moda se ha transformado en un fenómeno más democrático y accesible, donde cada individuo puede convertirse en un creador de tendencias.
La Libertad de Vestir en Verano
El verano es considerado por muchos como la época más libre para vestirse. Antelo señala que, aunque cada elección de vestuario es un acto de comunicación, en verano hay una mayor flexibilidad y menos restricciones. Esto permite que las personas experimenten con su estilo de una manera más audaz y creativa. La tendencia del «effortless chic» se ha popularizado, donde lo que antes se consideraba descuidado ahora se reinterpreta como una declaración de estilo. Las chanclas con calcetines, por ejemplo, se han convertido en un símbolo de esta nueva estética.
Las redes sociales han democratizado la moda, permitiendo que cualquier persona comparta su estilo y sea vista por una audiencia global. TikTok, en particular, ha revolucionado la forma en que se crean y se propagan las tendencias. Lo que antes era considerado un error de moda, como los tirantes cruzados o los bikinis mal ajustados, ahora se convierte en parte de una narrativa estética que puede volverse viral. Este ciclo de creación y consumo es tan rápido que las marcas deben adaptarse casi instantáneamente a lo que se vuelve popular en la plataforma.
La Influencia del Algoritmo en la Moda
El algoritmo de TikTok no solo predice tendencias, sino que también las impone. Antelo menciona que las influencias de las redes sociales son más prominentes que nunca, especialmente durante la temporada de festivales de verano. La moda ha pasado de ser un fenómeno estacional a un ciclo continuo de inspiración y adaptación. Desde el «coastal cowgirl» hasta el «sardine core», las tendencias pueden cambiar en cuestión de semanas, y lo que se lleva hoy puede ser obsoleto mañana.
Las marcas de moda rápida han captado esta dinámica y han comenzado a incluir en sus colecciones no solo lo que les gusta a los consumidores, sino también lo que tiene potencial de hacerse viral. Esto ha llevado a un enfoque más humano y caótico en la moda, donde la autenticidad y la individualidad son valoradas por encima de la perfección. La moda se ha convertido en un reflejo de la vida cotidiana, donde la ropa de estar por casa se lleva a la calle y las elecciones de vestuario son más sobre la expresión personal que sobre seguir reglas estrictas.
Este verano, se observa un claro regreso a las tendencias de principios de los 2000, con la reaparición de los vaqueros de talle bajo y camisetas minimalistas. Los colores predominantes incluyen el blanco, a menudo combinado con azul marino o rojo. Esta nostalgia por el pasado se mezcla con la modernidad de las redes sociales, creando un estilo que es tanto familiar como innovador. Antelo sugiere que, aunque algunas tendencias pueden parecer pasajeras, siempre habrá un ciclo de micro y macro tendencias en la moda, ya que este fenómeno es inherentemente socio-cultural.
La velocidad a la que las tendencias se mueven hoy en día plantea la pregunta de cuánto tiempo durará una moda antes de que vuelva a ser relevante. Antelo explica que esto depende de la fuerza con la que una tendencia impactó en su momento original. La moda es un reflejo de la sociedad y, como tal, siempre estará en constante evolución, adaptándose a los cambios culturales y tecnológicos.
El Manifiesto Estético del Verano 2025
En este contexto, el manifiesto estético del verano 2025 podría resumirse en una serie de afirmaciones audaces: las chanclas con calcetines son aceptables, las gafas de ciclista son un must, y la ropa de estar por casa es perfectamente adecuada para salir. La clave es llevar cada look con convicción y actitud. Como bien ilustra la famosa escena del cinturón azul cerúleo en «El diablo viste de Prada», incluso aquellos que creen estar al margen de la moda están, en realidad, participando en ella de alguna manera.
La moda veraniega de 2025 es un testimonio de la capacidad de las personas para expresarse a través de su vestimenta, desafiando las normas y abrazando la diversidad. En un mundo donde el algoritmo puede dictar lo que es popular, la verdadera moda radica en la autenticidad y la individualidad de cada persona. La libertad de vestirse se ha convertido en una forma de arte, donde cada elección cuenta una historia y refleja la personalidad única de quien la lleva.