La crianza de los hijos es un viaje lleno de desafíos y recompensas. En la actualidad, muchos padres enfrentan el desgaste emocional y físico que conlleva equilibrar el trabajo y las responsabilidades familiares. Este agotamiento puede dificultar la atención y el cariño que los niños necesitan para su desarrollo saludable. Carlos González, pediatra y autor de varios libros sobre crianza, destaca la importancia de la presencia parental en momentos críticos, como cuando los niños lloran por la noche.
### La Necesidad de la Atención Parental
González explica que, a menudo, los llantos de los niños no son una demanda de juguetes o golosinas, sino una súplica de atención y compañía. «Cuando tu hijo de dos años llora a media noche, no te está pidiendo ni un juguete ni un dulce. Solo pide que vayas», afirma el pediatra. Esta afirmación resalta un aspecto crucial de la crianza: los niños pequeños buscan la cercanía y el consuelo de sus padres, especialmente en momentos de vulnerabilidad.
El pediatra rechaza la idea de que las recompensas materiales puedan ser una solución efectiva para calmar a los niños. Por ejemplo, sugiere que ofrecer un triciclo o un viaje a Disneylandia como incentivo para que un niño no llore por la noche no solo es ineficaz, sino que puede tener efectos contraproducentes. «Los niños pequeños van a seguir llorando igual, y los que son lo suficientemente mayores para entender el trato pueden intentar no llorar, pero al final, acabarán llorando el doble», advierte González. Esta dinámica puede llevar a una mayor frustración tanto para los padres como para los hijos, creando un ciclo de llanto y ansiedad.
### La Calidad del Tiempo Compartido
La calidad del tiempo que los padres pasan con sus hijos es fundamental para su desarrollo emocional y psicológico. González enfatiza que los niños no solo necesitan a sus padres físicamente presentes, sino también emocionalmente disponibles. La atención plena y el cariño son esenciales para construir una relación sólida y saludable entre padres e hijos. Esto implica no solo estar en la misma habitación, sino también interactuar de manera significativa, escuchar y responder a las necesidades emocionales de los niños.
El pediatra también señala que el estrés y la fatiga de los padres pueden afectar su capacidad para brindar esta atención. Por lo tanto, es crucial que los padres encuentren maneras de cuidar de sí mismos para poder estar presentes para sus hijos. Esto puede incluir establecer límites en el trabajo, buscar apoyo de familiares o amigos, y dedicar tiempo a actividades que les ayuden a relajarse y recargar energías.
Además, la comunicación abierta entre padres e hijos es vital. Los niños deben sentir que pueden expresar sus emociones sin temor a ser juzgados. Esto no solo les ayuda a desarrollar habilidades emocionales, sino que también fortalece el vínculo familiar. Los padres deben fomentar un ambiente donde los niños se sientan seguros para compartir sus miedos y preocupaciones, lo que a su vez les permitirá manejar mejor sus emociones en el futuro.
### Estrategias para Mejorar la Relación Familiar
Para mejorar la relación con los hijos y asegurar que reciban la atención que necesitan, los padres pueden implementar varias estrategias. Una de ellas es establecer rutinas familiares que incluyan tiempo de calidad juntos. Esto puede ser tan simple como tener una cena familiar diaria, donde todos se sienten a la mesa y comparten sus experiencias del día. Estas rutinas no solo proporcionan un espacio para la conexión emocional, sino que también ayudan a los niños a sentirse valorados y escuchados.
Otra estrategia es practicar la atención plena. Esto implica estar presente en el momento y prestar atención a las interacciones con los hijos. Los padres pueden dedicar unos minutos al día para jugar, leer o simplemente conversar con sus hijos sin distracciones. Este tiempo de calidad puede tener un impacto significativo en la autoestima y el bienestar emocional de los niños.
Finalmente, es importante que los padres se eduquen sobre el desarrollo infantil y las necesidades emocionales de sus hijos. Comprender las etapas del desarrollo y lo que los niños necesitan en cada fase puede ayudar a los padres a ser más efectivos en su crianza. Libros, talleres y grupos de apoyo pueden ser recursos valiosos para adquirir este conocimiento.
La crianza es un viaje continuo que requiere paciencia, amor y dedicación. Al priorizar la presencia y la atención, los padres pueden contribuir significativamente al bienestar emocional y psicológico de sus hijos, ayudándoles a crecer en un entorno seguro y amoroso.