El verano ha llegado a su fin, y con él, la emocionante competición del Grand Prix 2025 ha cerrado su telón, coronando a un nuevo pueblo campeón. La localidad canaria de San Sebastián de la Gomera se ha alzado con la victoria en una final que mantuvo a los espectadores al borde de sus asientos. Este icónico programa de Televisión Española ha demostrado, una vez más, por qué es la cita estival por excelencia, combinando nostalgia y energía renovada que ha cautivado a la audiencia.
### Un Encuentro de Gigantes: La Gran Final
La gran final del Grand Prix 2025 enfrentó a dos dignos contendientes que habían superado cinco programas clasificatorios y unas reñidas semifinales. Por un lado, el equipo amarillo de Cubas de la Sagra, representando a la Comunidad de Madrid y apadrinado por la actriz Adriana Torrebejano. Por otro lado, el equipo de San Sebastián de la Gomera, que contó con el apoyo del famoso piloto campeón del mundo Jorge Lorenzo. La noche prometía emoción y no defraudó, manteniendo la tensión hasta el último segundo y consagrando al pueblo gomero como el gran vencedor de esta edición.
La igualdad fue la tónica dominante durante toda la noche. Ambos pueblos demostraron una entrega y habilidad excepcionales en cada uno de los desafíos propuestos por el programa. Los espectadores disfrutaron de pruebas tan diversas como el vertiginoso «Recoge cocos», el cómico «Baloncesto en pañales» o la exigente «Hámsters a la carrera». También se incluyeron clásicos que forman parte del ADN del programa, como la trepidante «Patata caliente» o la futbolera «Champions Prix», que hicieron las delicias de los más nostálgicos.
La competición fue un auténtico tira y afloja, con el marcador moviéndose constantemente y sin que ningún equipo lograra una ventaja definitiva. Esta paridad llevó la final a un escenario de máxima tensión, donde el ganador se decidiría en la última y definitiva prueba: «El diccionario». En este reto de agudeza mental y nervios de acero, los representantes de San Sebastián de la Gomera mostraron mayor temple y acierto, decantando la balanza a su favor en el último suspiro y desatando la euforia entre sus vecinos. La victoria no solo les otorgó el honor de ser campeones, sino también un premio en metálico de 30.000 euros.
### Un Relevo Simbólico y una Fórmula Renovada
El momento de la entrega del trofeo estuvo cargado de simbolismo, conectando el presente del programa con su glorioso pasado. Fue el alcalde de Cudillero (Asturias) quien entregó el galardón a los campeones. Este gesto no fue casual, ya que su localidad se proclamó vencedora del Grand Prix hace exactamente 30 años, creando así un hermoso puente entre dos generaciones de ganadores y subrayando la larga tradición del formato.
Parte del éxito arrollador de esta edición se debe a la perfecta sintonía del equipo de presentadores. Al incombustible Ramón García, alma del programa, se han sumado este año dos copresentadoras que han aportado frescura y una nueva dinámica: Lalachus y Ángela Fernández. Ambas han ejercido un papel fundamental, no solo acompañando a Ramón, sino también dando voz a los vecinos en las gradas y participando activamente en el show. Además, se ha potenciado la implicación de los padrinos, quienes han dejado de ser meros espectadores para convertirse en concursantes directos en algunas de las pruebas, añadiendo un extra de competitividad y espectáculo.
El mayor triunfo del Grand Prix 2025 ha sido, una vez más, la respuesta del público. El programa ha demostrado gozar de una salud de hierro, consolidándose como el líder indiscutible de su franja horaria durante casi todas sus emisiones. A lo largo de sus ocho entregas, ha cosechado una impresionante cuota media del 12,3%, un dato que refleja su capacidad para atraer a un público masivo y familiar. La gran final fue el broche de oro a esta exitosa temporada. Según datos de Kantar Media, el programa reunió a 1.049.000 espectadores, alcanzando un notable 13,8% de cuota de pantalla. Estas cifras confirman que la fórmula del Grand Prix sigue siendo infalible, un espacio de entretenimiento blanco que logra lo que pocos consiguen: unir a abuelos, padres y niños frente al televisor para compartir risas, emoción y la sana rivalidad entre pueblos.