La situación en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, con un creciente número de expertos que describen lo que está ocurriendo como un genocidio. Omer Bartov, un reconocido historiador israelí y profesor de Holocausto y Estudios sobre Genocidio en la Universidad de Brown, ha sido uno de los más vocales en esta discusión. En sus recientes declaraciones, Bartov ha cambiado su postura inicial sobre el conflicto, afirmando que lo que comenzó como una limpieza étnica ha evolucionado hacia un genocidio claro y sistemático.
### La Evolución del Conflicto: De Limpieza Étnica a Genocidio
Bartov explica que la diferencia entre limpieza étnica y genocidio radica en la intención detrás de las acciones. La limpieza étnica implica el intento de desplazar a un grupo étnico de su territorio, mientras que el genocidio se define por la intención de destruir a un grupo nacional, étnico o religioso, total o parcialmente. Según Bartov, desde mayo de 2024, las acciones de las Fuerzas de Defensa de Israel (IDF) han demostrado un patrón de destrucción sistemática en Gaza, lo que lo lleva a clasificar la situación como genocidio.
Uno de los momentos clave que Bartov señala es la incursión de las IDF en Rafah, donde se forzó la evacuación de un millón de palestinos. Esta acción fue seguida por la destrucción total de la ciudad en un periodo de dos meses. Bartov argumenta que este tipo de operaciones militares tienen como objetivo hacer la vida de los palestinos en Gaza completamente insostenible, utilizando tácticas que incluyen el bloqueo de suministros básicos como agua y alimentos.
La destrucción de infraestructuras esenciales, como universidades, hospitales y mezquitas, es parte de una estrategia más amplia para garantizar que, incluso si los palestinos logran sobrevivir, no puedan reconstituirse como un grupo viable. Bartov compara esta situación con el genocidio alemán en Namibia en 1904, sugiriendo que hay un patrón histórico que se repite en la forma en que se llevan a cabo estos actos de violencia.
### La Importancia de Nombrar el Genocidio
La discusión sobre la nomenclatura es crucial en el contexto del genocidio. Bartov enfatiza que es imperativo que los medios de comunicación y la comunidad internacional reconozcan y llamen a lo que está ocurriendo en Gaza por su nombre. Esperar a que haya un juicio formal en la Corte Penal Internacional (CPI) podría ser demasiado tarde, ya que el genocidio podría haberse consumado antes de que se tomen acciones. La Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio de 1948 establece claramente que los signatarios tienen la responsabilidad de actuar para prevenir y detener el genocidio.
Bartov critica la falta de acción por parte de los líderes internacionales, sugiriendo que un simple pronunciamiento de Estados Unidos podría cambiar el rumbo de la situación en Gaza. Sin embargo, la realidad es que muchos países continúan proporcionando apoyo militar a Israel, lo que perpetúa el ciclo de violencia. La retórica utilizada por algunos líderes políticos, que deshumaniza a los palestinos, también contribuye a la normalización de estas atrocidades.
La comparación de la situación actual en Gaza con genocidios históricos, como el de los armenios o el Holocausto, es un tema delicado. Bartov advierte que cada genocidio es único y que las comparaciones pueden ser problemáticas. Sin embargo, lo que es innegable es que la violencia y la deshumanización de un grupo específico son características comunes en estos eventos trágicos.
Bartov también menciona que la deshumanización de los palestinos ha sido un proceso gradual, que se ha intensificado a lo largo de décadas de ocupación. Esta deshumanización se refleja en la incapacidad de muchos israelíes de empatizar con la situación de los palestinos, lo que complica aún más la búsqueda de una solución pacífica al conflicto.
La situación en Gaza es un recordatorio sombrío de las atrocidades que pueden ocurrir cuando la comunidad internacional no actúa. La historia ha demostrado que los genocidios a menudo se llevan a cabo en silencio, y la falta de atención puede permitir que estos crímenes se consumen sin consecuencias. La voz de expertos como Bartov es vital para arrojar luz sobre estas realidades y presionar a los gobiernos a actuar antes de que sea demasiado tarde.