La Cumbre de los Océanos, que se lleva a cabo esta semana en Niza, ha sido inaugurada por el secretario general de la ONU, António Guterres. En su discurso, Guterres ha enfatizado la urgencia de establecer regulaciones que eviten que el fondo marino se convierta en un «salvaje oeste» sin control. Este llamado se produce en un contexto donde la demanda de minerales críticos para la transición energética está impulsando un creciente interés por la explotación de los recursos del océano.
### La Minería en Aguas Profundas: Un Riesgo Ambiental
La minería en aguas profundas ha suscitado preocupaciones significativas sobre su impacto ambiental. Guterres ha subrayado la necesidad de equilibrar las preocupaciones legítimas sobre el daño que esta actividad puede causar al medio ambiente con el interés de los países en aprovechar estos recursos para fomentar una economía oceánica sostenible. En su intervención, el secretario general destacó que el océano es vital para la vida en la Tierra, ya que produce la mitad del oxígeno que respiramos, alimenta a millones de personas y es fundamental para el comercio global.
Guterres ha instado a los países presentes en la cumbre a ratificar el Tratado de Protección de Aguas Internacionales (BBNJ), avanzar en el Tratado de Plásticos y desarrollar planes nacionales para la protección del océano. La necesidad de una gestión responsable y sostenible a largo plazo es más urgente que nunca, especialmente considerando que el océano «está hirviendo» debido al cambio climático y la contaminación.
El presidente francés, Emmanuel Macron, ha respaldado firmemente la idea de una moratoria sobre la extracción de minerales del lecho marino hasta que se establezcan garantías adecuadas para la protección ambiental. Durante la sesión inaugural, Macron afirmó: «El océano no está para comerciar», lo que fue recibido con aplausos por los asistentes. Esta postura resuena con la opinión de otros líderes, como el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, quien ha calificado la minería en aguas profundas como «depredadora».
### La Controversia de la Explotación de Recursos
La cumbre se desarrolla en un momento crítico, ya que The Metals Company (TMC) ha presentado la primera solicitud mundial para explotar minerales en el fondo marino internacional, dirigida al gobierno de Estados Unidos. Esta solicitud ha generado un intenso debate político, dado que se ha eludido la autoridad reguladora de la ONU, lo que ha suscitado preocupaciones sobre la falta de supervisión y regulación en esta área. Además, se ha reportado que China también está interesada en iniciar actividades de explotación, lo que añade otra capa de complejidad a la situación.
Actualmente, 34 países han expresado su apoyo a una moratoria sobre la minería en aguas profundas, lo que refleja una creciente preocupación global por la protección del océano. Durante la cumbre, Macron ha manifestado su confianza en que se alcanzarán las 60 ratificaciones necesarias para que el tratado de protección de aguas internacionales entre en vigor, lo que proporcionaría un marco legal para regular la actividad en alta mar.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, también ha hecho un llamado a la ratificación del tratado y ha anunciado el lanzamiento de un gemelo digital del océano, una herramienta que se espera impulse la ciencia y mejore la toma de decisiones en la gestión de los recursos oceánicos. Además, se presentará el Pacto Europeo de los Océanos, que busca unificar la gestión de las aguas europeas bajo una visión común.
Mientras los líderes mundiales discuten en el plenario de apertura, un barco de Greenpeace intenta acceder al puerto de Niza, donde se lleva a cabo la cumbre, en un esfuerzo por llamar la atención sobre la necesidad de proteger los océanos. Esta acción simboliza el creciente activismo ambiental que rodea a la conferencia y la urgencia de abordar los problemas que enfrenta el océano.
La Cumbre de los Océanos representa una oportunidad crucial para que los países del mundo se unan en la defensa de uno de los recursos más valiosos de nuestro planeta. La protección del océano no solo es vital para la salud del medio ambiente, sino que también es esencial para la economía global y la supervivencia de millones de personas que dependen de sus recursos. La presión para actuar es mayor que nunca, y la comunidad internacional debe responder con determinación y compromiso.