La oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Sabadell ha desatado una intensa batalla de argumentos y contraargumentos que ha captado la atención de los mercados y de los accionistas. Esta disputa, que se ha intensificado en las últimas semanas, se centra no solo en el valor de la oferta, sino también en las implicaciones fiscales que esta conlleva para los accionistas del Sabadell. La situación se ha vuelto más compleja a medida que se acerca el momento decisivo que determinará el éxito o el fracaso de la operación.
Uno de los puntos más críticos de esta contienda es la cuestión fiscal. El BBVA ha mejorado su oferta, lo que ha llevado a que los accionistas del Sabadell que acepten la OPA no tengan que pagar impuestos sobre las plusvalías, siempre y cuando el banco vasco logre obtener más del 50% del capital social de la entidad catalana. Sin embargo, el consejo del Sabadell ha manifestado su escepticismo respecto a la aceptación de la oferta, argumentando que la mayoría de sus pequeños accionistas podrían verse obligados a tributar si deciden aceptar la OPA.
Los datos proporcionados por el Sabadell indican que aproximadamente el 96,8% de sus pequeños accionistas residentes en España tendrían que pagar impuestos sobre las plusvalías si el BBVA no logra alcanzar el umbral del 50%. Esta situación se complica aún más si se considera que el BBVA tiene la opción legal de reducir el umbral mínimo de aceptación del 50% al 30% si no logra el primer objetivo. En este caso, los accionistas que aceptaron la primera oferta tendrían que tributar por las plusvalías obtenidas, lo que podría desincentivar su participación en la OPA.
### La Estrategia del BBVA y su Impacto en los Accionistas
El BBVA, por su parte, ha adoptado una postura optimista, confiando en que logrará superar el 50% de aceptación en la primera OPA. Carlos Torres, presidente del BBVA, ha calificado su oferta como «imbatible» y ha expresado su convicción de que no habrá dudas sobre la aceptación de la misma. Esta confianza se basa en la creencia de que los accionistas que acepten la oferta no tendrán que tributar, lo que podría ser un atractivo significativo para los inversores.
La estrategia del BBVA también incluye desincentivar a los accionistas del Sabadell a esperar una posible segunda OPA, que podría resultar en una peor situación fiscal. Torres ha señalado que, si se opta por una segunda oferta, los accionistas tendrían que tributar, ya que recibirían el pago en efectivo, lo que implicaría una carga fiscal inmediata. Esta advertencia busca presionar a los accionistas del Sabadell para que tomen una decisión rápida y favorable hacia la OPA del BBVA.
El consejo del Sabadell ha respondido a estas afirmaciones subrayando que, si se produce una segunda OPA, los accionistas que acudieron a la primera también tendrían que tributar. Esto se debe a que la segunda oferta solo se lanzaría si el BBVA no alcanza el 50% en la primera, lo que generaría una situación complicada para aquellos que decidieron aceptar la OPA inicial.
### La Batalla por los Accionistas Minoritarios
En el trasfondo de esta disputa se encuentra una intensa batalla por los accionistas minoritarios del Sabadell, quienes representan más del 40% del capital de la entidad. La pugna entre el BBVA y el Sabadell se ha intensificado en esta fase final de la OPA, lo que sugiere que los pequeños accionistas podrían ser decisivos en el resultado de la operación. Mientras que los grandes fondos de inversión parecen haber tomado ya su decisión, la influencia sobre los accionistas minoritarios es un factor crítico que ambas entidades están tratando de maximizar.
El consejo del Sabadell ha enfatizado que la mayoría de sus accionistas minoritarios, que tienen sus acciones depositadas en la entidad, podrían verse afectados por las implicaciones fiscales de la OPA. Esto ha llevado a una campaña de comunicación por parte del Sabadell para informar a sus accionistas sobre las posibles consecuencias de aceptar la oferta del BBVA.
Por otro lado, el BBVA ha intensificado sus esfuerzos para convencer a los accionistas del Sabadell de que su oferta es la mejor opción, destacando las ventajas fiscales que se presentan si se logra el umbral del 50%. Esta estrategia busca atraer a los accionistas que podrían estar indecisos y que podrían ser influenciados por la información fiscal que se les presenta.
La situación actual refleja no solo una lucha por el control de dos importantes entidades bancarias en España, sino también un complejo entramado de consideraciones fiscales que podrían afectar a miles de accionistas. A medida que se acerca la fecha límite para la aceptación de la OPA, la presión sobre ambas partes aumenta, y los accionistas deberán sopesar cuidadosamente sus opciones en un entorno financiero que se vuelve cada vez más competitivo y complicado.