La Cantada de Habaneras de Calella de Palafrugell, un evento emblemático que celebra la música tradicional catalana, ha sido el escenario de una intensa controversia en su edición de 2025. Este año, la famosa habanera ‘El meu avi’, compuesta por Jose Luis Ortega Monasterio, fue excluida del repertorio oficial, lo que provocó una reacción apasionada del público presente. A pesar de la decisión de la comisión organizadora de no incluirla, los asistentes hicieron sentir su voz de manera contundente, reclamando su interpretación durante el cierre del evento.
La Cantada de Habaneras, que se remonta a 1966, ha sido un punto de encuentro para los amantes de este género musical, donde la tradición y la cultura se entrelazan en un ambiente festivo. Sin embargo, la controversia de este año ha puesto de manifiesto las tensiones entre la tradición y las decisiones contemporáneas sobre la inclusión de ciertas obras. La decisión de excluir ‘El meu avi’ del programa fue tomada por la comisión organizadora, que argumentó la necesidad de renovar el repertorio y dar espacio a compositores locales. Esta decisión, sin embargo, no fue bien recibida por muchos, quienes consideran que la canción ha trascendido a su autor y se ha convertido en un himno del género.
### La Reacción del Público y el Contexto Cultural
La reacción del público fue inmediata y contundente. Durante la interpretación de otras habaneras, los asistentes comenzaron a silbar y a hacer sonar pañuelos, exigiendo que ‘El meu avi’ fuera incluido en el repertorio final. Esta presión llevó a los grupos que se presentaban en el escenario a reconsiderar su decisión y, finalmente, a interpretar la canción como cierre del evento. Este acto de espontaneidad por parte de los cantores y el público refleja la profunda conexión emocional que muchos sienten hacia esta habanera, que no solo es una pieza musical, sino también un símbolo de identidad cultural.
La controversia también se ha visto alimentada por el contexto en el que se encuentra la figura de Ortega Monasterio. Recientemente, un documental ha vinculado al compositor con una red de explotación sexual, lo que ha llevado a un debate sobre la separación entre la obra y su autor. Muchos defensores de ‘El meu avi’ argumentan que la canción debe ser apreciada por su valor artístico y su significado cultural, independientemente de las acciones de su creador. Esta discusión ha generado un intenso debate en las redes sociales y en la comunidad, donde se han alzado voces tanto a favor como en contra de la interpretación de la canción.
### La Respuesta de las Autoridades Locales
El Ayuntamiento de Palafrugell, por su parte, ha defendido la decisión de no incluir ‘El meu avi’ en el repertorio oficial, asegurando que todas las decisiones se tomaron en consenso con los grupos participantes y sin imposiciones. La alcaldesa, Laura Millán, ha reiterado que nunca se prohibió a los grupos cantar la canción y que la presión del público fue un factor determinante en la decisión final de incluirla. Millán ha lamentado que la decisión de excluir la canción se haya interpretado como censura, afirmando que el debate sobre la obra y su autor nunca había estado sobre la mesa en las discusiones organizativas.
La Cantada de Habaneras de Calella de Palafrugell ha sido un evento que ha evolucionado a lo largo de los años, y la controversia de este año marca un punto de inflexión en su historia. La tensión entre la tradición y la modernidad, así como la discusión sobre la responsabilidad de los artistas y su legado, son temas que seguirán resonando en la comunidad. A medida que la cultura y la sociedad cambian, también lo hacen las percepciones sobre las obras que han sido parte de la identidad colectiva.
La Cantada de Habaneras no solo es un evento musical, sino también un reflejo de la sociedad catalana y sus valores. La música tiene el poder de unir a las personas, y en este caso, ha servido como un vehículo para expresar sentimientos profundos sobre la identidad, la tradición y la memoria colectiva. La interpretación de ‘El meu avi’ en este contexto no solo fue un acto de reivindicación cultural, sino también una manifestación de la resistencia de la comunidad frente a las decisiones que consideran injustas.
A medida que el evento se desarrolla cada año, es probable que la Cantada de Habaneras continúe siendo un espacio de diálogo y reflexión sobre la cultura, la tradición y el papel de la música en la sociedad. La historia de ‘El meu avi’ y su lugar en este evento emblemático es un recordatorio de que la música, más allá de ser una forma de entretenimiento, es también un medio poderoso para la expresión de la identidad y la memoria cultural.