El verano de 2025 ha dejado una huella imborrable en el oeste de España, donde los incendios han arrasado vastas extensiones de tierra, desde Galicia hasta Castilla y León, pasando por Extremadura y Asturias. Este desastre natural, que ha sido calificado como una tragedia, no solo ha devastado el paisaje, sino que también ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de reflexionar sobre la relación que mantenemos con nuestro entorno. En medio de esta crisis, una canción de hace medio siglo ha cobrado nueva vida, resonando como un himno que nos invita a proteger la vida en todas sus formas.
La canción en cuestión es ‘Pare’ de Joan Manuel Serrat, lanzada en 1973. A pesar de su antigüedad, los versos de esta obra siguen siendo relevantes, reflejando la transformación del mundo rural y el abandono de las tierras que una vez fueron fértiles. Serrat, quien ha sido galardonado con el premio Princesa de Asturias de las Artes, ha expresado su deseo de que esta canción quede obsoleta, pero la realidad actual sugiere que aún hay mucho por hacer. «Me gustaría no tener que cantarla. Pero tal y como van las cosas, no parece que este sea el camino», ha declarado el artista, subrayando la necesidad de un cambio.
La letra de ‘Pare’ es una carta melancólica a un padre, donde el cantante se pregunta qué ha pasado con el río, el bosque y el campo. Estos versos evocan una profunda tristeza por la pérdida de la naturaleza y la vida rural, y se convierten en un grito de alarma ante la devastación que estamos causando. La canción se ha vuelto viral en grupos de WhatsApp, donde se comparte un video de Serrat interpretándola, recordando a todos la importancia de cuidar nuestro entorno. En un momento en que el fuego consume tierras y vidas, la letra de Serrat se convierte en un recordatorio de lo que está en juego.
La situación actual ha llevado a un despliegue sin precedentes de recursos para combatir los incendios. Bomberos de diversas comunidades autónomas y países europeos se han unido en la lucha contra el fuego, formando una especie de torre de Babel en la que la colaboración es clave. Desde Almería hasta Melilla, y con la participación de equipos de Francia e Italia, la respuesta a esta crisis ha sido un ejemplo de unidad. «Lo importante es que vayamos todos a una», es el mensaje que resuena entre los equipos de rescate, enfatizando que en la diversidad está la riqueza y que la colaboración es el camino hacia la solución.
Sin embargo, esta tragedia también pone de relieve un problema más profundo: la memoria colectiva de un país que parece haber olvidado sus raíces. La España vaciada, como se le llama a las regiones que han sido abandonadas por sus habitantes en busca de mejores oportunidades en las ciudades, es un tema recurrente en la conversación pública. Los emigrantes que dejaron sus tierras en busca de un futuro mejor han dejado atrás un legado que ahora se encuentra en peligro. La letra de Serrat, que habla de un río que ya no canta y de un bosque que ha sido destruido, es un reflejo de esta pérdida.
La canción de Serrat se convierte en un símbolo de resistencia y esperanza. A medida que los incendios continúan arrasando el paisaje, la letra invita a la reflexión sobre lo que hemos hecho con nuestra tierra. «Alguien anda pintando el cielo de rojo y anunciando lluvia de sangre», dice una de las estrofas, una imagen poderosa que evoca la devastación que estamos causando. La lucha contra el fuego no es solo una cuestión de apagar llamas; es una lucha por la vida, por el futuro de nuestro planeta y por la memoria de aquellos que han sido olvidados.
En este contexto, la figura de Serrat se erige como un faro de esperanza. Su música ha acompañado a generaciones y su mensaje sigue siendo relevante. La dedicación de su canción a los que destruyen la naturaleza es un llamado a la acción, un recordatorio de que todos tenemos un papel que desempeñar en la protección de nuestro entorno. «Con mucha amargura y un tanto de vergüenza, yo quiero dedicar a los que queman nuestros bosques, envenenan nuestros ríos y se enriquecen con la miseria ajena», dice Serrat, un mensaje que resuena con fuerza en estos tiempos difíciles.
La lucha contra los incendios y la protección del medio ambiente son temas que deben estar en la agenda de todos. La canción de Serrat, aunque escrita hace décadas, se convierte en un himno para recordar la importancia de cuidar nuestro planeta. A medida que enfrentamos los desafíos del cambio climático y la destrucción de nuestros ecosistemas, es fundamental que tomemos conciencia de nuestras acciones y trabajemos juntos para preservar la vida en todas sus formas. La música tiene el poder de unir y de inspirar, y en este caso, la voz de Serrat se alza como un llamado a la acción que no podemos ignorar.