Alejandro Davidovich, el tenista malagueño, continúa su búsqueda por conquistar su primer título ATP, tras caer en la final del Abierto de Washington ante el australiano Alex de Miñaur. Este encuentro, que se llevó a cabo en la madrugada del 28 de julio de 2025, culminó con un marcador de 5-7, 6-1 y 7-6(3) en un intenso partido que duró más de tres horas. A pesar de su esfuerzo y determinación, Davidovich se encontró nuevamente con la frustración de no poder levantar un trofeo, un sentimiento que ha experimentado en varias ocasiones a lo largo de su carrera.
La final en Washington no fue solo una batalla por el título, sino también un reflejo de la evolución de Davidovich como jugador. A lo largo de su trayectoria, ha tenido la oportunidad de competir en cuatro finales importantes, incluyendo tres en la presente temporada: Delray Beach, Acapulco y ahora Washington. Sin embargo, el resultado ha sido el mismo: la victoria se le ha escapado de las manos. En esta ocasión, el malagueño tuvo la oportunidad de cerrar el partido en varias ocasiones, pero no pudo concretar, desaprovechando tres bolas de partido que podrían haber cambiado el rumbo del encuentro.
Uno de los momentos más críticos del partido fue un globo defensivo de De Miñaur que, con gran suspense, cayó justo en la línea, permitiendo al australiano mantenerse en el juego. Davidovich, que estaba convencido de que el tiro se iría fuera, se mostró sorprendido al ver que el punto continuaba. Este tipo de situaciones son las que marcan la diferencia en partidos tan reñidos y, lamentablemente para el español, esta vez no fue su día.
A pesar de la derrota, Davidovich se mostró optimista y reflexionó sobre su rendimiento. «Estoy contento con cómo jugué y con lo que hice. Seguiré trabajando duro para poder llevarme un trofeo», afirmó. Este espíritu de lucha es lo que ha caracterizado su carrera y lo que lo ha llevado a alcanzar el puesto número 19 en el ranking ATP, una posición que nunca antes había alcanzado. La llegada al top-20 es un hito significativo en su carrera, y aunque el objetivo inmediato de levantar un trofeo sigue siendo esquivo, su progreso es innegable.
### La Perspectiva de De Miñaur y el Futuro de Davidovich
Alex de Miñaur, quien se coronó campeón en Washington, no escatimó en elogios hacia su rival. En la rueda de prensa posterior al partido, el australiano expresó su empatía por Davidovich, reconociendo que había sido un momento difícil para él. «Lo sentí mucho por él. Sabía que dijera lo que dijera, no iba a mejorar la situación. Solo quería decirle lo gran jugador que es», comentó De Miñaur. Esta camaradería entre los jugadores es un recordatorio de que, a pesar de la competencia feroz en el deporte, hay un respeto mutuo que prevalece.
El australiano, que ahora suma su décimo título ATP, también destacó el potencial de Davidovich, afirmando que es un jugador increíble y que, a pesar de no tener aún un título, es alguien contra quien nadie quiere enfrentarse. Esta valoración de su rival es un indicativo de que, a pesar de las derrotas, Davidovich está en el camino correcto y que su talento no pasa desapercibido en el circuito.
Mientras tanto, otros tenistas españoles también han estado en el foco. Carlos Taberner, por ejemplo, no pudo conseguir el título en el ATP 250 de Umag, donde fue derrotado en la final por el italiano Luciano Darderi. En el mismo fin de semana, Jaume Munar fue eliminado por Davidovich en la segunda ronda del Abierto de Washington. Por otro lado, Carlos Alcaraz se prepara para la gira norteamericana, con la vista puesta en el Masters 1000 de Cincinnati y el US Open, donde defenderá su título.
La temporada sigue avanzando y, aunque Davidovich ha enfrentado obstáculos en su camino hacia el primer título ATP, su determinación y habilidades en la cancha son innegables. Con cada partido, se acerca más a su objetivo, y el apoyo de sus compañeros y la comunidad tenística podría ser el impulso que necesita para finalmente levantar ese trofeo tan ansiado. La historia de Davidovich es un recordatorio de que el camino hacia el éxito está lleno de desafíos, pero también de oportunidades para crecer y aprender en el proceso.