La crianza de los hijos es un viaje lleno de desafíos y aprendizajes. Uno de los aspectos más complejos que enfrentan los padres es el comportamiento de sus hijos, especialmente cuando este se torna negativo. En muchas ocasiones, los niños pequeños pueden mostrar actitudes desafiantes, como berrinches o llantos, que a menudo son malinterpretados. Sin embargo, detrás de estas acciones puede haber una necesidad profunda de atención y conexión emocional con sus padres.
### La Necesidad de Atención en los Niños
Los niños, desde una edad muy temprana, buscan la atención de sus padres como una forma de sentirse seguros y valorados. Según el pediatra Carlos González, autor de varios libros sobre crianza, muchos comportamientos problemáticos en los niños son una forma de llamar la atención. «Hay veces que nuestros hijos se comportan mal solo para llamar nuestra atención, para que les hagamos caso», explica González. Esta búsqueda de atención puede llevar a los niños a actuar de maneras que no son apropiadas, pero que les aseguran que sus padres los están mirando y escuchando.
La frase común que muchos padres escuchan de sus hijos, «mamá, mamá, mira lo que hago», refleja esta necesidad innata de ser reconocidos. Los niños sienten orgullo por sus logros, especialmente cuando realizan actividades nuevas o difíciles, y desean compartir esos momentos con sus padres. Sin embargo, cuando no reciben la atención positiva que buscan, pueden recurrir a comportamientos negativos como una forma de obtenerla. González señala que, en ocasiones, los niños prefieren recibir atención negativa a no recibir atención en absoluto. Esto puede llevar a situaciones en las que un niño, en su desesperación por ser visto, actúa de manera que provoca una reacción de sus padres, incluso si esa reacción es un castigo.
### Estrategias para Fomentar Comportamientos Positivos
Para evitar que los niños sientan la necesidad de actuar de manera negativa para obtener atención, es crucial que los padres estén atentos a sus necesidades emocionales. González recomienda que los padres hagan un esfuerzo consciente por prestar atención a sus hijos cuando se comportan de manera adecuada. Si un niño se da cuenta de que su buen comportamiento no recibe reconocimiento, puede comenzar a actuar de manera negativa para asegurarse de que sus padres lo miren.
«Si un niño, portándose bien, no consigue ninguna atención, pero cuando pisa charcos o salta en los sofás, logra que sus padres dejen lo que están haciendo para ocuparse de él, es probable que continúe buscando ese tipo de atención», advierte el pediatra. Por lo tanto, es fundamental que los padres se esfuercen por reconocer y reforzar los comportamientos positivos de sus hijos. Esto no solo ayuda a fomentar un ambiente más armonioso en el hogar, sino que también contribuye al desarrollo emocional saludable del niño.
Además, es importante que los padres establezcan rutinas y momentos de calidad con sus hijos. Dedicar tiempo a actividades que ambos disfruten, como leer un cuento, jugar o simplemente conversar, puede ayudar a satisfacer la necesidad de atención de los niños de manera positiva. Al crear un ambiente donde los niños se sientan valorados y escuchados, se reduce la probabilidad de que busquen atención a través de comportamientos negativos.
Por otro lado, es esencial que los padres sean conscientes de sus propias reacciones. A veces, la frustración puede llevar a respuestas impulsivas que no abordan la raíz del comportamiento del niño. En lugar de castigar, es más efectivo tratar de entender por qué el niño está actuando de esa manera y buscar soluciones que fomenten la comunicación y el entendimiento mutuo.
La crianza es un proceso continuo de aprendizaje y adaptación. Comprender que los niños necesitan atención y que sus comportamientos son, en muchos casos, una forma de buscar esa conexión puede ayudar a los padres a abordar los desafíos de la crianza con más empatía y eficacia. Al final del día, el objetivo es construir una relación sólida y amorosa que permita a los niños crecer seguros y felices.