La Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha lanzado duras críticas al presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en el marco de una manifestación que se llevó a cabo para exigir la aplicación de la amnistía. En un comunicado emitido el 8 de agosto, la ANC recordó el primer aniversario de la investidura de Illa, a la que calificó de «infame jornada». La organización independentista sostiene que el Govern de Illa ha fracasado en abordar los problemas más acuciantes que enfrenta Catalunya, como la crisis de la vivienda, el caos en el sistema de transporte Rodalies y la situación del sistema educativo.
La ANC, presidida por Lluís Llach, no se ha mostrado satisfecha con los compromisos adquiridos por el ejecutivo catalán al inicio de su mandato. Según la entidad, los cuatro compromisos prometidos por Illa no se han cumplido. Estos incluyen la construcción de una solución al conflicto político mediante una «Convención Nacional», el impulso de un sistema de financiación singular, el refuerzo del reconocimiento nacional de Catalunya, especialmente en lo que respecta al idioma catalán, y la mejora de las políticas públicas.
En su crítica, la ANC ha señalado que el Govern ha centrado su primer año en lo que consideran una «españolización de Catalunya». Esto incluye un supuesto fomento del monarquismo, acciones exteriores que buscan exhibir el final del conflicto y un apoyo incondicional a sentencias judiciales que van en contra de la causa independentista. La organización ha manifestado que, ante la falta de soluciones efectivas, es urgente retomar el camino hacia la secesión, argumentando que no existen soluciones autonomistas ni españolas que puedan afrontar los retos del siglo XXI en Catalunya.
### La percepción de la ANC sobre la situación actual
La ANC ha expresado su preocupación por el creciente abismo entre los votantes independentistas y los partidos que tradicionalmente han defendido la causa, como ERC, Junts y la CUP. Según la organización, este distanciamiento se ha agudizado en el último año, lo que pone de manifiesto la necesidad de un cambio en la estrategia política. En su comunicado, la ANC ha apelado a la ciudadanía para que se arme de «coraje» y combata lo que consideran un «Estado opresor».
La crítica a Illa no es un fenómeno aislado, sino que se enmarca en un contexto más amplio de descontento con la gestión del Govern. La ANC ha instado a la población a no conformarse con las soluciones que se ofrecen desde el ejecutivo, argumentando que estas no son suficientes para abordar los problemas estructurales que enfrenta Catalunya. La organización ha enfatizado que el camino hacia la independencia es el único que puede garantizar un futuro próspero y libre para la región.
### Reacciones y el futuro del independentismo
La respuesta de la ANC ha generado un debate en torno a la dirección que debe tomar el movimiento independentista en Catalunya. Algunos analistas sugieren que la crítica a Illa podría ser un intento de la ANC por recuperar protagonismo en un escenario político donde otros partidos han tomado la delantera en la defensa de la causa independentista. La ANC, que ha sido una de las principales fuerzas movilizadoras del independentismo en los últimos años, se enfrenta al desafío de mantener su relevancia en un contexto donde las dinámicas políticas están en constante cambio.
Por otro lado, la figura de Salvador Illa ha sido objeto de controversia desde su llegada al cargo. Su estilo de liderazgo y las decisiones tomadas en su primer año han sido analizadas desde diversas perspectivas, y su capacidad para unir a las diferentes facciones políticas en Catalunya se pone en entredicho. La ANC, al criticar su gestión, también está enviando un mensaje claro a los votantes independentistas: la lucha por la autodeterminación de Catalunya no puede ser relegada a un segundo plano.
En este sentido, el futuro del independentismo en Catalunya dependerá en gran medida de la capacidad de sus líderes para articular una estrategia que responda a las demandas de la ciudadanía. La ANC ha dejado claro que no se conformará con soluciones que no aborden de manera efectiva los problemas que enfrenta la región. La presión sobre el Govern de Illa podría intensificarse en los próximos meses, a medida que se acerquen nuevas convocatorias electorales y se reaviven las tensiones en torno a la cuestión catalana.