En el mundo del fútbol, los jugadores que destacan no solo por su talento, sino también por su ética de trabajo, son verdaderamente admirados. Kike García, el nuevo delantero del RCD Espanyol, es un claro ejemplo de esto. A sus 35 años, este futbolista originario de Cuenca ha recorrido un largo camino en el deporte, acumulando 17 temporadas en el fútbol profesional y dejando su huella en varios clubes de renombre. Su reciente fichaje por el Espanyol marca un nuevo capítulo en su carrera, y su enfoque humilde y trabajador promete ser un gran aporte para el equipo.
### Un Viaje desde Motilla del Palancar hasta la Élite del Fútbol
Kike García creció en Motilla del Palancar, un pequeño municipio de Castilla-La Mancha, donde sus raíces y su familia siempre han sido una parte fundamental de su vida. A pesar de haber alcanzado la élite del fútbol español, nunca olvida sus orígenes. «Cuando me retire, iré allí con mis padres y hermanos», afirma con nostalgia. Este sentido de pertenencia y conexión con su pasado es lo que lo impulsa a seguir compitiendo y disfrutando del juego.
A lo largo de su carrera, Kike ha jugado en varios equipos, incluyendo el Real Murcia, Middlesbrough, Eibar, Osasuna y Deportivo Alavés. Su trayectoria ha sido marcada por momentos destacados, como su mejor temporada en Primera División, donde anotó 13 goles con el Alavés. Sin embargo, su enfoque no se limita solo a marcar goles; Kike entiende que el fútbol es un deporte colectivo y que su papel va más allá de ser un simple goleador.
### Adaptación y Expectativas en el Espanyol
El fichaje de Kike García por el Espanyol no solo es un movimiento estratégico para el club, sino también una oportunidad para que el delantero se adapte a un nuevo entorno. Su relación con el director deportivo Fran Garagarza fue clave en su decisión de unirse al equipo. «Fue un halago que contactaran conmigo. Puse todo en la balanza y escogí fichar por un club de mayor nivel», explica Kike, quien está emocionado por el desafío que representa jugar en un equipo con una rica historia en La Liga.
La adaptación a la vida en Barcelona ha sido un proceso interesante para Kike. A pesar de haber estado en ciudades más pequeñas, se ha sorprendido por el tráfico y la cultura de la capital catalana. Sin embargo, está disfrutando de la experiencia y ha comenzado a explorar la gastronomía local, destacando su reciente degustación de calçots, un plato típico de la región.
Kike también ha reflexionado sobre su estilo de juego y cómo ha evolucionado a lo largo de los años. Con la influencia de entrenadores como Mendilibar, ha aprendido que el trabajo en equipo es esencial para alcanzar el éxito. «Para llegar al gol, se deben hacer muchas cosas bien», dice, enfatizando la importancia de los movimientos y la colaboración en el campo.
### La Mentalidad de un Goleador
A pesar de su experiencia, Kike García se considera un «currante del fútbol». Su apodo, «el obrero del gol», refleja su enfoque en el trabajo duro y su dedicación al deporte. «Me divierto en cada minuto de los entrenamientos y partidos. Sé el esfuerzo que he hecho para llegar a la élite. Por eso disfruto tanto», comparte con una sonrisa. Esta mentalidad es lo que lo distingue de otros delanteros, quienes a menudo se centran únicamente en la anotación.
Kike también es consciente de la presión que conlleva ser un delantero. «Los que jugamos arriba estamos muy expuestos a eso y es normal que la gente nos pida goles», reconoce. Sin embargo, su enfoque es más amplio: «Hay muchas más cosas que el gol». Esta visión le permite contribuir al equipo de maneras que van más allá de simplemente marcar, lo que es crucial en un equipo que busca consolidarse en la liga.
Con el inicio de la nueva temporada, Kike García se muestra optimista y preparado para el reto que se avecina. Su objetivo es claro: ayudar al Espanyol a lograr una buena posición en la tabla y evitar el sufrimiento de la temporada pasada. «Bajo mi experiencia, ir más allá de mantener la categoría es equivocarse. Tenemos que ir semana a semana, sabiendo que cada punto es muy necesario», afirma con determinación.
La llegada de Kike García al Espanyol no solo representa un refuerzo en la delantera, sino también la incorporación de un jugador que entiende el valor del trabajo en equipo y la importancia de la dedicación. Con su ética de trabajo y su pasión por el fútbol, está listo para dejar su huella en el club y contribuir a su éxito en la temporada venidera.