En la madrugada del miércoles al jueves, Kiev fue objeto de un ataque masivo por parte de las fuerzas rusas, utilizando drones y misiles, que resultó en la trágica muerte de al menos 15 personas, entre ellas cuatro menores, incluyendo un niño de tan solo dos años. Este ataque ha sido confirmado por los servicios de emergencia de Ucrania, quienes también reportaron alrededor de medio centenar de heridos, muchos de los cuales han requerido hospitalización. El alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, ha indicado que los bombardeos han causado daños significativos en edificios residenciales y otras infraestructuras civiles en varias zonas de la capital.
La situación se ha vuelto aún más alarmante tras las declaraciones de António Costa, presidente del Consejo Europeo, quien ha denunciado que la delegación de la Unión Europea en Kiev fue dañada de manera deliberada durante el ataque. «La UE no se intimidará. La agresión rusa solo refuerza nuestra resolución de estar del lado de Ucrania y su gente», afirmó Costa, compartiendo imágenes de la oficina con ventanas rotas y múltiples destrozos. Este ataque se produce en un contexto de creciente tensión y negociaciones entre ambos bandos, donde Estados Unidos ha instado a un diálogo entre los líderes para buscar un alto el fuego.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha calificado este ataque como una clara respuesta de Rusia a los llamados internacionales por un alto el fuego y ha criticado la falta de acción de algunos países que guardan silencio ante la situación. «Rusia prefiere los bombardeos a la mesa de negociaciones. Elige seguir matando en lugar de poner fin a la guerra», declaró Zelenski, enfatizando que la muerte de niños debería ser un llamado a la acción para la comunidad internacional.
Zelenski también ha dirigido su mensaje a Xi Jinping y Viktor Orbán, instando a una reacción más contundente ante la agresión rusa. «China ha pedido repetidamente que no se extienda la guerra y que se declare un alto el fuego. Pero esto no ocurre por culpa de Rusia», añadió. El mandatario ucraniano ha insistido en la necesidad de imponer sanciones más severas a Moscú, argumentando que ya se han incumplido plazos y oportunidades diplomáticas.
La comunidad internacional ha reaccionado con indignación ante el ataque. Pedro Sánchez, presidente del Gobierno español, ha calificado el bombardeo contra la misión diplomática de la UE como «una nueva violación flagrante del derecho internacional». Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, también ha exigido que Rusia detenga inmediatamente sus ataques indiscriminados a la infraestructura civil de Ucrania y se siente a la mesa de negociaciones. Además, ha prometido que Bruselas mantendrá la máxima presión sobre Rusia con más sanciones.
El ataque ha dejado un saldo devastador no solo en términos de vidas humanas, sino también en la infraestructura de la capital ucraniana. Según informes, los misiles rusos impactaron en varios edificios residenciales en trece localizaciones de Kiev, y se han registrado daños en un centro comercial y una guardería. La Fuerza Aérea de Ucrania ha informado que logró derribar un número significativo de drones y misiles rusos durante el ataque, pero la magnitud de la agresión ha superado las capacidades de defensa.
En medio de esta crisis, el Kremlin ha justificado el bombardeo alegando que ambos bandos continúan con los ataques. Dmitri Peskov, portavoz del presidente ruso, ha afirmado que las Fuerzas Armadas rusas están cumpliendo con sus misiones, que incluyen atacar infraestructura militar o cuasimilitar. Sin embargo, esta justificación ha sido recibida con escepticismo y condena por parte de la comunidad internacional, que ve en estos ataques una violación de los derechos humanos y del derecho internacional.
La situación en Ucrania sigue siendo crítica, y la comunidad internacional observa con atención los desarrollos en el conflicto. La necesidad de un alto el fuego y una solución pacífica se vuelve cada vez más urgente, mientras las tensiones continúan escalando y las vidas de civiles inocentes se ven amenazadas por la violencia. La respuesta de la comunidad internacional y la presión sobre Rusia serán determinantes en los próximos días, a medida que se busca una resolución a este conflicto devastador.