El mundo del fútbol femenino ha ido ganando terreno en los últimos años, y una de las figuras que se destaca en este ámbito es Julia Penella. Su trayectoria es un ejemplo de cómo la dedicación y la pasión por el deporte pueden transformar vidas y abrir puertas en un campo que, tradicionalmente, ha estado dominado por hombres. Desde sus inicios en equipos masculinos hasta su actual posición como preparadora física en el Zaragoza Club de Fútbol Femenino, Julia ha recorrido un camino lleno de desafíos y aprendizajes.
### Un Comienzo en el Fútbol
Desde muy joven, Julia Penella mostró un interés profundo por el fútbol, un amor que le fue inculcado por su padre. Sin embargo, en Aragón, donde creció, las oportunidades para las niñas en el deporte eran limitadas. «Yo empecé en equipos masculinos hasta que pude marcharme a jugar a Lérida en un equipo femenino», recuerda. Esta experiencia inicial no solo le permitió desarrollar sus habilidades como jugadora, sino que también le enseñó sobre la importancia de la perseverancia y la lucha por la igualdad en el deporte.
A medida que avanzaba en su carrera, Julia se enfrentó a una decisión crucial: continuar como jugadora o dar el salto a la preparación física. «Llega un momento en el que tienes que decidir entre jugar o ser preparadora física, porque los partidos se solapan», explica. Fue en ese instante que optó por enfocarse en su futuro profesional, una elección que la llevaría a convertirse en una figura clave en el desarrollo físico de las jugadoras del Zaragoza CFF.
### Formación y Trayectoria Profesional
La decisión de Julia de formarse en el ámbito deportivo fue clara desde el principio. «Siempre tuve claro que quería hacer la carrera de Ciencias de la Actividad Física y el Deporte. Mis dos pasiones son el deporte y poder ayudar a las personas», afirma. Tras finalizar sus estudios en 2023, comenzó a trabajar en las categorías base de varios equipos en Zaragoza, como el Stadium Casablanca y El Olivar. Su dedicación y esfuerzo la llevaron a un equipo amateur, el Morata CD, donde logró un ascenso significativo, un hito que considera uno de los más importantes de su carrera.
Actualmente, como responsable de la recuperación de las jugadoras en el Zaragoza CFF, Julia se encarga del trabajo compensatorio postpartido y del entrenamiento de fuerza, especialmente en la parte superior del cuerpo. Su labor es fundamental para garantizar que las jugadoras se mantengan en óptimas condiciones físicas y para reducir el riesgo de lesiones. Además, colabora estrechamente con fisioterapeutas en las fases finales de recuperación de las jugadoras lesionadas.
En su día a día, Julia también trabaja en una clínica de alto rendimiento, donde atiende a jugadores y jugadoras de manera individual, lo que le permite aplicar sus conocimientos y habilidades en un entorno más personalizado. Esta experiencia le ha proporcionado una visión más amplia del deporte y le ha permitido contribuir al desarrollo de atletas de diferentes niveles.
### Desafíos y Oportunidades en el Fútbol Femenino
Ser mujer en el fútbol no siempre ha sido fácil para Julia. Durante sus primeros años como preparadora física, trabajó con equipos masculinos, lo que presentó desafíos únicos. «Cuando comencé a trabajar en el Morata CD, tenía 21 años y los jugadores tenían una media de 30 años. Sentía que no sabía si me tomarían en serio o si me respetarían», confiesa. Sin embargo, a medida que se integró en el equipo, esos miedos fueron desapareciendo. «Si eres profesional, seria y comprometida, el resto viene rodado», añade.
A pesar de los avances en el fútbol femenino, Julia reconoce que aún existen diferencias significativas en comparación con el fútbol masculino. «A nivel de rendimiento, el trabajo con equipos femeninos es diferente y es algo de lo que he tenido que aprender mucho. Y en cuanto a las condiciones, es lo de siempre: el fútbol masculino sigue teniendo más visibilidad y genera más dinero», explica. Sin embargo, su mensaje es optimista. «Lo único que espero es que el fútbol femenino siga creciendo y que todos los profesionales que trabajemos en él podamos contribuir a mejorar sus condiciones. A día de hoy, todavía existen muchas diferencias», concluye con convicción.
La historia de Julia Penella es un testimonio del poder del deporte para cambiar vidas y abrir caminos. Su dedicación y compromiso no solo la han llevado a alcanzar sus metas personales, sino que también están inspirando a futuras generaciones de mujeres en el fútbol. A medida que el deporte continúa evolucionando, figuras como Julia son esenciales para garantizar que el fútbol femenino reciba el reconocimiento y el apoyo que merece.
