El presidente del FC Barcelona, Joan Laporta, ha estado en el centro de atención durante el foro internacional World in Progress, celebrado en Barcelona. Este evento reunió a líderes políticos y empresariales para discutir los desafíos globales actuales. La participación de Laporta no es casualidad, dado su enfoque en la intersección entre el deporte y la geopolítica, un tema que ha cobrado relevancia en los últimos años.
### La Búsqueda de Nuevas Oportunidades en el Deporte
Desde su regreso al FC Barcelona, Laporta ha estado en constante movimiento, viajando a diversos países en busca de oportunidades comerciales para el club. Su agenda ha incluido visitas a lugares como Emiratos Árabes, Arabia Saudí y Catar, que han sido apodados como «los tres sultanes del deporte». Sin embargo, su enfoque no se limita a estos destinos; también ha mostrado interés en regiones menos convencionales como Mongolia, Azerbaiyán y Georgia, lo que refleja su deseo de expandir la influencia del club más allá de las fronteras tradicionales del fútbol.
Este enfoque ha generado críticas y elogios a partes iguales. Algunos ven en sus viajes una estrategia necesaria para asegurar la viabilidad económica del club, mientras que otros cuestionan la ética de asociarse con regímenes que no siempre respetan los derechos humanos. En este sentido, Laporta ha defendido su postura, argumentando que el FC Barcelona tiene una responsabilidad social y que su presencia en estos países puede contribuir a un cambio positivo.
Durante el foro, Laporta enfatizó la importancia de los valores democráticos y los derechos humanos, aunque su discurso ha sido objeto de escrutinio. La reciente firma de un patrocinio con la República Democrática del Congo, un país marcado por la pobreza y la corrupción, ha suscitado preguntas sobre la coherencia de sus principios. Laporta argumentó que el Barça tiene una fuerte conexión con África y que su presencia en el continente es fundamental para el club.
### El Fútbol como Herramienta de Integración
Laporta también abordó el papel del fútbol como un fenómeno que puede unir a diferentes culturas y naciones. En su discurso, destacó cómo la inversión de países ricos en petróleo en el fútbol ha creado nuevas sinergias y oportunidades de intercambio cultural. Según él, la llegada de estos «sultanes» al mundo del deporte no solo beneficia a los clubes, sino que también puede fomentar la paz y la comprensión entre naciones.
El presidente del Barça defendió la organización de un partido en Miami, argumentando que este evento no solo sería una celebración para los aficionados en Estados Unidos, sino también una oportunidad para atraer patrocinadores y expandir la marca del club en un mercado clave. Esta estrategia de internacionalización es parte de un plan más amplio para asegurar la estabilidad financiera del FC Barcelona en un entorno cada vez más competitivo.
Laporta también hizo referencia a la reciente cumbre para la paz en Gaza, donde el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, estuvo presente. Esto subraya la creciente interconexión entre el deporte y la política, y cómo el fútbol puede ser utilizado como una plataforma para abordar problemas globales. Laporta afirmó que el fútbol tiene el poder de ayudar a resolver conflictos y crear puentes entre diferentes culturas.
A pesar de las críticas, Laporta parece decidido a seguir adelante con su visión de un FC Barcelona que no solo sea un club de fútbol, sino también un actor global en el ámbito social y cultural. Su enfoque en la geopolítica y el patrocinio internacional refleja una nueva era en la que los clubes de fútbol deben adaptarse a un mundo en constante cambio, donde la economía y la política están intrínsecamente ligadas.
La dualidad de su discurso, que aboga por los derechos humanos mientras busca asociaciones con regímenes cuestionables, plantea interrogantes sobre la dirección futura del FC Barcelona. Sin embargo, Laporta parece convencido de que el camino hacia el éxito económico y la influencia global es a través de la expansión y la adaptación, incluso si eso significa navegar por aguas complicadas.
En resumen, la participación de Joan Laporta en el foro World in Progress ha puesto de relieve la complejidad de la intersección entre el deporte y la política. Su enfoque en la búsqueda de oportunidades comerciales en lugares inesperados y su defensa del fútbol como un medio para la integración cultural son aspectos que definirán no solo su mandato, sino también el futuro del FC Barcelona en el panorama global.