La reciente visita del FC Barcelona a Brujas para un partido de Champions League ha estado marcada por incidentes que han generado preocupación tanto en el club como en las autoridades belgas. Un grupo de aficionados del Barça se vio involucrado en un episodio que culminó con el incendio de un autobús lanzadera, lo que ha reavivado el debate sobre la seguridad y el comportamiento de ciertos sectores de la afición.
### El Incendio del Autobús y la Reacción de las Autoridades
El incidente ocurrió en la plaza ‘t Zand, donde aproximadamente 1.300 aficionados del FC Barcelona se encontraban esperando los autobuses que los llevarían al estadio Jan Breydel. Según informes, un aficionado encendió una bengala dentro de uno de los autobuses, lo que provocó un incendio. Afortunadamente, dos bomberos que estaban en las cercanías pudieron evacuar a los pasajeros a tiempo, evitando así daños personales. Sin embargo, la situación ha generado una fuerte indignación entre las autoridades belgas, quienes han expresado su preocupación por la seguridad de los transportes que llevan a los hinchas a los partidos.
Este no es un caso aislado. En el pasado, el FC Barcelona ha enfrentado críticas por el comportamiento de algunos de sus aficionados, especialmente aquellos que se identifican con grupos radicales. En esta ocasión, el sindicato belga ACV ha denunciado la falta de medidas de seguridad adecuadas para los conductores de autobús durante los eventos deportivos, lo que pone en riesgo tanto a los trabajadores como a los aficionados.
### La Investigación del Club y el Futuro de la Grada de Animación
En respuesta a los recientes incidentes, el FC Barcelona ha anunciado que está llevando a cabo una investigación para determinar la identidad de los aficionados involucrados. Se están revisando los registros de socios y peñistas, así como la condición de exmiembros de la antigua grada de animación, con el objetivo de tomar medidas disciplinarias si es necesario. Esta situación llega un año después de que la directiva del club, liderada por Joan Laporta, decidiera desmantelar la grada de animación que había sido creada por el expresidente Josep Maria Bartomeu en 2016.
La decisión de Laporta de cortar lazos con esta grada se debió a las multas acumuladas por comportamientos violentos y desordenados, que sumaban 21.000 euros. Desde entonces, el club ha intentado reactivar la animación en el estadio Montjuïc, pero los esfuerzos han sido en gran medida infructuosos. Las iniciativas, que han incluido desde charangas hasta campañas para animar a los aficionados a agitar bufandas, no han logrado captar el interés esperado.
El FC Barcelona está trabajando en la creación de un nuevo Espai d’Animació que se espera estrenar en el nuevo Spotify Camp Nou. Este nuevo espacio estará gestionado directamente por el club y tendrá requisitos específicos para los miembros, como ser mayores de 18 años, no haber sido sancionados por comportamientos violentos y no estar en la lista de individuos problemáticos de los Mossos d’Esquadra. Esta medida busca asegurar que el ambiente en el estadio sea seguro y agradable para todos los aficionados.
### Reacciones de los Aficionados y el Futuro del Club
A pesar de las medidas que se están tomando, la situación ha generado un clima de tensión entre los aficionados del FC Barcelona. Durante el partido en Brujas, se escucharon cánticos en favor de la extinta grada de animación y críticas hacia la directiva actual, reflejando un descontento que podría tener repercusiones en el futuro del club. La afición se siente dividida, y la falta de una estructura clara para la animación en el estadio ha llevado a algunos a cuestionar la dirección que está tomando el FC Barcelona bajo la presidencia de Laporta.
El club se enfrenta a un desafío significativo: equilibrar la pasión de sus aficionados con la necesidad de mantener un ambiente seguro y controlado en los partidos. La presión por parte de las autoridades y la opinión pública es alta, y cualquier nuevo incidente podría tener consecuencias graves, no solo para los aficionados involucrados, sino también para la reputación del club en el ámbito europeo.
La situación en Brujas es un recordatorio de que el fútbol, más allá de ser un deporte, es también un fenómeno social que puede desencadenar comportamientos extremos. El FC Barcelona deberá actuar con firmeza y responsabilidad para asegurar que sus aficionados puedan disfrutar de los partidos en un ambiente seguro y respetuoso, evitando así que se repitan incidentes que empañen la imagen del club y del deporte en general.