Un grave incidente tuvo lugar el pasado jueves en Cornellà, justo antes del esperado derbi entre el RCD Espanyol y el FC Barcelona. Un atropello masivo dejó a casi una veintena de personas heridas, de las cuales dos permanecen hospitalizadas, una de ellas en estado crítico. Este suceso ha generado una ola de preguntas sobre la seguridad en los accesos al estadio y la falta de medidas preventivas que podrían haber evitado esta tragedia.
### Un Atropello que Conmocionó a la Comunidad
El atropello ocurrió en la Avinguda del Baix Llobregat, una vía que, a pesar de estar llena de aficionados, no había sido cerrada al tráfico. Un vehículo Peugeot blanco, conducido por una mujer de 34 años, irrumpió en la multitud, causando pánico y caos. Testigos presenciales relatan que la conductora, visiblemente alterada, aceleró y embistió a varias personas antes de ser detenida. La reacción inmediata de los presentes fue intentar auxiliar a la primera víctima, una mujer que quedó atrapada entre la rueda delantera del coche y la acera.
La situación se tornó crítica rápidamente, y la falta de medidas de seguridad adecuadas ha llevado a muchos a cuestionar cómo un vehículo pudo acceder a una zona tan concurrida sin oposición. Las agrupaciones de aficionados del Espanyol habían advertido sobre la necesidad de cerrar esta calle durante los partidos, especialmente en encuentros de alta afluencia, como el derbi contra el Barcelona. Sin embargo, sus peticiones no fueron atendidas, lo que ha generado un clima de frustración y preocupación entre los seguidores.
### Advertencias Ignoradas: La Larga Lucha de los Aficionados
Desde 2021, los grupos de animación del RCD Espanyol habían estado comunicando al club la necesidad de implementar medidas de seguridad en la Avinguda del Baix Llobregat. En sus comunicaciones, enfatizaban la importancia de cerrar al tráfico esta vía y retirar objetos que pudieran resultar peligrosos, como contenedores y vehículos estacionados. A pesar de que el número de aficionados en esta área ha aumentado significativamente desde la pandemia, las medidas solicitadas nunca se llevaron a cabo.
La única acción que se había implementado fue la conversión de la Avinguda del Baix Llobregat en una vía de sentido único, lo que no fue suficiente para prevenir el acceso del vehículo que causó el atropello. Los aficionados han expresado su indignación, señalando que no deberían ser ellos quienes regulen el tráfico en momentos de alta concentración de personas. La presión sobre el club y las autoridades ha aumentado tras el incidente, y muchos exigen que se asuman responsabilidades y se implementen medidas de seguridad efectivas para evitar que algo así vuelva a ocurrir.
La conductora del vehículo fue puesta en libertad provisional, enfrentando cargos por delitos contra la seguridad vial, desobediencia a la autoridad y lesiones por imprudencia. Mientras tanto, los heridos continúan recibiendo atención médica, y se espera que los informes médicos definitivos determinen la gravedad de las lesiones, lo que podría llevar a la ampliación de los cargos contra la conductora.
Este trágico suceso ha reabierto el debate sobre la seguridad en los accesos al RCDE Stadium y ha puesto de manifiesto la necesidad urgente de revisar y mejorar las medidas de seguridad en eventos deportivos. Los aficionados del Espanyol, que habían estado advirtiendo sobre el riesgo en la zona, ahora se encuentran en una situación de luto y preocupación, esperando que se tomen acciones concretas para garantizar la seguridad de todos los asistentes en el futuro.