La guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha generado un clima de incertidumbre que podría costarle al mundo alrededor de siete millones de empleos. Esta alarmante proyección ha llevado a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) a ajustar a la baja sus expectativas sobre la evolución del empleo para el año 2025. Según el organismo, se prevé que el empleo global crezca un 1,5% este año, lo que representa una disminución de dos décimas respecto a las estimaciones iniciales. En términos absolutos, esto significa que se pasarán de crear 60 millones de nuevos puestos de trabajo a solo 53 millones.
La OIT ha señalado que cerca de 84 millones de empleos en 71 países están directa o indirectamente relacionados con la demanda de consumo de Estados Unidos. Estos puestos de trabajo, junto con los ingresos que generan, están cada vez más amenazados por el aumento de las tensiones comerciales. En un informe reciente, la OIT advirtió sobre las repercusiones que la guerra comercial puede tener en el mercado laboral mundial, destacando que si las tensiones geopolíticas y las perturbaciones comerciales continúan, es probable que se produzcan efectos negativos en los mercados de trabajo a nivel global.
### Consecuencias de la Guerra Comercial
La guerra comercial ha llevado a una serie de medidas proteccionistas, incluyendo la amenaza de Trump de imponer aranceles del 50% a productos de la Unión Europea a partir del 1 de junio. Esta situación ha generado un ambiente de desconfianza entre los países y ha dificultado la posibilidad de alcanzar acuerdos comerciales que beneficien a ambas partes. La OIT estima que el impacto directo o colateral de esta guerra comercial podría afectar al 4,3% de los puestos de trabajo en todo el mundo. Sin embargo, esta cifra es una media, y en algunos países, como Canadá y México, el porcentaje de empleos que podrían verse afectados es considerablemente mayor, alcanzando hasta el 17%.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) también ha revisado a la baja sus previsiones de crecimiento económico, anticipando un crecimiento del 2,8% para este año y del 3% para el próximo, lo que representa una disminución de ocho décimas en comparación con sus estimaciones anteriores. Esta desaceleración económica está directamente relacionada con las turbulencias generadas por las políticas arancelarias de Trump, que han afectado la confianza de los inversores y han alterado las cadenas de suministro a nivel global.
### Repercusiones en el Mercado Laboral
El director general de la OIT, Gilbert F. Houngbo, ha declarado que la economía mundial está creciendo a un ritmo más lento de lo que se había previsto. En su informe, ha enfatizado que si no se abordan las cuestiones fundamentales que están reconfigurando el mundo del trabajo, las repercusiones serán negativas para los mercados laborales en todo el mundo. La incertidumbre económica y la falta de confianza en el comercio internacional están llevando a muchas empresas a reconsiderar sus estrategias de inversión y contratación.
Los sectores más vulnerables a estos cambios son aquellos que dependen en gran medida de la exportación y la importación de bienes. Las industrias manufactureras, por ejemplo, podrían verse gravemente afectadas por los aranceles, lo que podría resultar en despidos masivos y una reducción en la creación de nuevos empleos. Además, las pequeñas y medianas empresas, que a menudo carecen de los recursos necesarios para adaptarse a un entorno comercial cambiante, son particularmente susceptibles a las consecuencias de la guerra comercial.
La situación es aún más preocupante en el contexto de la recuperación económica tras la pandemia de COVID-19. Muchos países ya estaban lidiando con altos niveles de desempleo y precariedad laboral, y la guerra comercial solo ha exacerbado estos problemas. La OIT ha instado a los gobiernos a implementar políticas que protejan a los trabajadores y fomenten la creación de empleo, al tiempo que se busca una resolución pacífica a las tensiones comerciales.
En resumen, la guerra comercial iniciada por Donald Trump no solo está afectando a la economía estadounidense, sino que sus repercusiones se sienten en todo el mundo. La reducción en las previsiones de empleo y crecimiento económico es un claro indicativo de que las tensiones comerciales tienen un impacto real y significativo en la vida de millones de trabajadores. La comunidad internacional deberá trabajar en conjunto para encontrar soluciones que eviten un mayor deterioro del mercado laboral y promuevan un comercio justo y sostenible.