La minería de oro en la Amazonía peruana ha sido objeto de un estudio reciente que revela su impacto devastador en el medio ambiente, especialmente en la región de Madre de Dios. Este análisis, realizado por un equipo de investigadores de la Universidad del Sur de California, destaca cómo las técnicas de minería de succión no solo destruyen el suelo, sino que también alteran drásticamente el ecosistema, impidiendo la recuperación de los bosques.
Los bosques de la Amazonía no están recuperándose tras la extracción de oro debido a la contaminación por metales tóxicos y la pérdida de recursos hídricos. La minería de succión, un método comúnmente utilizado en explotaciones a pequeña escala, modifica el terreno de tal manera que drena la humedad y retiene el calor, creando condiciones extremas que dificultan la supervivencia de las plántulas replantadas. Josh West, uno de los autores del estudio y explorador de National Geographic, enfatiza que el proceso minero seca la tierra, volviéndola inhóspita para los nuevos árboles.
### La Minería de Succión y su Efecto en el Suelo
El equipo de investigación se centró en dos yacimientos mineros de oro abandonados en Madre de Dios, utilizando drones, sensores de suelo e imágenes subterráneas para analizar cómo la minería de succión transforma el terreno. Este método implica el uso de cañones de agua a alta presión que destruyen el suelo, arrastrando la capa superficial rica en nutrientes y dejando montones de arena que pueden alcanzar hasta nueve metros de altura. A diferencia de la minería de excavación, que puede preservar parte de la capa superficial del suelo, la minería de succión deja poco espacio para el crecimiento de nuevos árboles.
Los investigadores utilizaron imágenes de resistividad eléctrica para medir la humedad y la estructura del suelo, descubriendo que los montones de arena actúan como tamices, drenando el agua de lluvia hasta 100 veces más rápido que en suelos no alterados. Esto provoca que las áreas deforestadas se sequen casi cinco veces más rápido después de las lluvias, dejando poca humedad disponible para el crecimiento de nuevas raíces. En las zonas de excavación, las temperaturas superficiales pueden alcanzar hasta 60 °C, lo que hace que la regeneración de la flora sea extremadamente difícil.
### La Deforestación y sus Consecuencias
Entre 1980 y 2017, la minería de oro a pequeña escala destruyó más de 95,000 hectáreas de selva tropical en la región de Madre de Dios, un área siete veces mayor que San Francisco. Esta actividad representa actualmente casi el 10% de la deforestación en toda la Amazonía. Las operaciones mineras continúan expandiéndose, amenazando tanto la biodiversidad como las tierras indígenas.
Los investigadores han propuesto ciertas prácticas para mitigar los impactos de la minería de oro. Por ejemplo, aplanar los montones de arena y rellenar los estanques abandonados podría ayudar a acercar las raíces de los árboles a las aguas subterráneas, mejorando la retención de humedad y estimulando la regeneración. Aunque la erosión natural podría eventualmente lograr un efecto similar, el proceso sería demasiado lento para satisfacer las necesidades urgentes de reforestación.
Josh West concluye que la Amazonía es un sistema vivo único en la Tierra, y su pérdida significaría la desaparición de un ecosistema insustituible. La situación actual exige una atención urgente y la implementación de prácticas sostenibles que permitan la recuperación de esta vital región del planeta.