La llegada de septiembre en Barcelona no solo marca el regreso a las aulas, sino que también trae consigo una serie de obras que afectarán la movilidad en diferentes puntos de la ciudad. Estas intervenciones, muchas de ellas relacionadas con la ampliación de la red de Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), están generando cortes y desvíos que complican el tráfico en la metrópoli. A continuación, se detallan las principales obras que los ciudadanos deben tener en cuenta durante este periodo.
### Obras en la Línea L8 de FGC
La prolongación de la línea L8 de FGC es uno de los proyectos más significativos que se están llevando a cabo en Barcelona. Esta obra incluye la construcción de nuevas estaciones y un túnel de 4 kilómetros que conectará las líneas Llobregat-Anoia y Vallès. Desde enero, la calle Urgell se encuentra cerrada entre Rosselló y Còrsega, y se espera que esta situación persista durante un año. La obra no solo implica el cierre de calles, sino que también está generando desvíos en varias líneas de autobús, lo que afecta a miles de usuarios diarios.
Otro punto crítico es el tramo de la calle Urgell entre Francesc Macià y Buenos Aires, que está cerrado desde febrero y permanecerá así hasta finales de año. Este corte afecta a aproximadamente 18,000 vehículos diarios, lo que ha llevado a las autoridades a recomendar evitar la zona en vehículo privado. La construcción de una estación de intercambio con el tranvía en esta área es la causa principal de las restricciones.
### Transformaciones en la Gran Via y Otras Zonas
La Gran Via de les Corts Catalanes también está experimentando importantes cambios. En el tramo entre Llançà y Vilamarí, se está excavando un pozo para la tuneladora de la L8, lo que ha llevado a la supresión de un lateral de la calle y al corte de la calle Llançà. Además, en el entorno de Glòries, se está llevando a cabo la segunda fase de urbanización para transformar la Gran Via en un eje verde ciudadano, lo que también implica cortes y desvíos.
En el barrio de Sarrià-Sant Gervasi, la construcción de una salida de emergencia para la L8 afecta el tráfico en el tramo entre Laforja y Marià Cubí hasta agosto de 2026. A partir de diciembre, se prevé que el cierre se amplíe hasta la calle Avenir, lo que complicará aún más la movilidad en esta zona.
Por otro lado, las obras de la futura estación Manuel Girona, que reforzará las líneas L9 y L10, han comenzado este verano. Esta intervención afecta completamente el tráfico en la calle Doctor Ferran y ha obligado a desvíos en varias líneas de autobús, como la V3, 34 y 6. Se estima que la finalización de este tramo central aumentará el número de usuarios anuales de 27 millones a 113 millones.
### Otras Intervenciones y Recomendaciones
El túnel de la Rovira, que lleva en obras desde diciembre, no recuperará la normalidad hasta finales de febrero o principios de marzo de 2026. Durante este tiempo, el sentido descendente del túnel permanecerá cerrado, mientras que en el sentido ascendente solo habrá cortes nocturnos. A partir de octubre, el tráfico de subida se desviará por el túnel de bajada, lo que podría generar más congestión en las horas pico.
La estación de metro Verdaguer también está en proceso de adaptación para mejorar la accesibilidad. Esta obra obliga a cortar la calle Provença entre paseo de Sant Joan y Bailèn hasta otoño de 2026, afectando también al carril bici de la zona.
La plaza de Espanya es otro de los puntos más alterados por las obras de la L8. La configuración provisional de la rotonda, que ahora cuenta con cuatro carriles, ha ralentizado la circulación y ha obligado a mover paradas de autobús, complicando los recorridos peatonales. Los trabajos son visibles en todas las esquinas de esta gran rotonda, donde se están utilizando máquinas perforadoras para crear pantallas subterráneas.
Con la llegada de la vuelta al cole, es crucial que los ciudadanos estén informados sobre estas obras y sus implicaciones en la movilidad. Las autoridades locales y la Generalitat han recomendado utilizar el transporte público siempre que sea posible y evitar las áreas más afectadas por las obras. La planificación anticipada y la adaptación a las nuevas rutas de transporte serán clave para minimizar los inconvenientes durante este periodo de cambios en la infraestructura de la ciudad.