Las lluvias torrenciales que han azotado Catalunya en los últimos días han dejado un rastro de destrucción y caos, afectando a múltiples municipios y provocando la evacuación de hospitales. Este fenómeno meteorológico, conocido como DANA (Depresión Aislada en Niveles Altos), ha sido catalogado como uno de los más intensos de los últimos años, generando preocupaciones sobre la infraestructura y la seguridad de los ciudadanos.
**Efectos Inmediatos de la Tormenta**
La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) emitió un aviso especial por tormentas y chubascos intensos, que comenzó el viernes y se extendió hasta el sábado. En Catalunya, el Meteocat también alertó sobre el riesgo de fuertes lluvias, lo que llevó a la activación de planes de emergencia en varias localidades. Durante el episodio, se registraron precipitaciones que superaron los 100 mm en áreas como el Alt Penedès y el Anoia, con picos de hasta 119,7 mm en Querol. Estas cifras son excepcionales para julio, un mes que normalmente se caracteriza por su sequedad.
El impacto inmediato de estas lluvias fue devastador. En Vilafranca del Penedès, por ejemplo, el Hospital Comarcal se inundó, lo que obligó a las autoridades a evacuar a 71 pacientes. La consellera de Salut, Olga Pané, anunció que el hospital permanecería cerrado durante al menos dos o tres semanas mientras se trabajaba en la recuperación del suministro eléctrico y en la mejora de las instalaciones para resistir futuros aguaceros. Esta situación ha generado una gran preocupación entre los ciudadanos, quienes ahora deben buscar atención médica en hospitales más lejanos.
Además, el caudal del río Foix alcanzó niveles alarmantes, superando los 400 m3/s en su cabecera. Sin la presa, se estima que el caudal habría superado los 300 m3/s en el tramo final, lo que podría haber causado aún más daños. Las autoridades de Protección Civil han estado monitoreando la situación de los ríos, que, aunque están comenzando a normalizarse, aún presentan niveles superiores a lo habitual en algunos puntos.
**Búsqueda de Desaparecidos y Respuesta de Emergencia**
Uno de los aspectos más preocupantes de este temporal ha sido la desaparición de dos personas en Cubelles, quienes fueron arrastradas por el agua mientras intentaban cruzar una pasarela de madera. La Cruz Roja de Catalunya se ha sumado a las labores de búsqueda, que se reanudaron a primera hora del domingo. Los testimonios de testigos han sido cruciales para guiar a los equipos de rescate, quienes han estado trabajando incansablemente para localizar a los desaparecidos.
La situación en la estación de Sants de Barcelona también ha sido crítica, con aproximadamente 150 personas durmiendo en la estación debido a la suspensión de trenes. Renfe, la compañía ferroviaria, tomó la decisión de suspender todos los servicios en Catalunya ante el riesgo de inundaciones, lo que dejó a muchos pasajeros varados. La Cruz Roja ha estado proporcionando asistencia a aquellos afectados, pero la situación sigue siendo tensa mientras se intenta restablecer el servicio ferroviario.
A medida que las lluvias cesan y los cielos comienzan a despejarse, las autoridades están evaluando los daños y planificando la recuperación. Sin embargo, la preocupación por el cambio climático y su impacto en la frecuencia e intensidad de estos fenómenos meteorológicos extremos sigue siendo un tema candente. Los expertos advierten que eventos como este podrían volverse más comunes en el futuro, lo que plantea la necesidad de una infraestructura más resiliente y planes de emergencia más robustos.
En resumen, las lluvias torrenciales en Catalunya han dejado una huella significativa en la región, con evacuaciones de hospitales, búsqueda de desaparecidos y una respuesta de emergencia que aún está en curso. La comunidad se enfrenta a un largo camino hacia la recuperación, mientras que las autoridades trabajan para garantizar la seguridad y el bienestar de todos los ciudadanos afectados por este desastre natural.