La implementación del sistema de devolución de envases, conocido como SDDR, está en marcha en España, con el objetivo de reducir la cantidad de residuos plásticos generados por el consumo de bebidas. Este sistema, que se espera esté operativo en noviembre de 2026, ha generado un gran interés y debate en el sector de la alimentación y la distribución. Las cadenas de supermercados ya están buscando espacios en sus tiendas para instalar máquinas de depósito y habilitar zonas de almacenamiento para facilitar el retorno de envases. La Asociación de Fabricantes de Bebidas Refrescantes (Anfabra) ha comenzado a trabajar en nuevas etiquetas y materiales más sostenibles, además de desarrollar campañas informativas para educar a los consumidores sobre el nuevo sistema.
### Un Cambio Significativo en la Gestión de Residuos
La introducción del SDDR representa un cambio significativo en la gestión de residuos en España, donde se utilizan alrededor de 18.000 millones de envases al año. Este sistema se basa en el cobro de un depósito adicional al comprar bebidas, que se devuelve al consumidor al retornar el envase vacío a un punto de recolección. Aunque el importe del depósito aún no se ha definido, se estima que podría oscilar entre siete y 40 céntimos de euro.
El impacto económico de esta medida es considerable. Se estima que la inversión inicial para el sector de la alimentación podría oscilar entre 400 y 600 millones de euros. Amaya Prat, responsable de Sostenibilidad en Ametller Origen, ha señalado que cada empresa está analizando su situación particular para adaptarse a este cambio. La complejidad del sistema se debe a la diversidad de establecimientos y a la dispersión territorial en España, donde más del 61% de los municipios tienen menos de 1.000 habitantes.
El grupo de trabajo que está preparando el despliegue del SDDR incluye a cerca de 400 personas que representan más del 90% del sector. Este grupo está evaluando cómo implementar el sistema en diferentes ámbitos, desde el logístico hasta el legal, y se encuentra en una fase inicial a la espera de la autorización del Gobierno para operar como operadores del sistema.
### Desafíos y Expectativas
Uno de los principales desafíos que enfrenta la implementación del SDDR es la necesidad de adaptarse a un modelo que ya ha demostrado ser efectivo en otros países europeos, como Alemania. Sin embargo, la situación en España es única debido a la gran cantidad de turistas que visitan el país cada año, lo que complica aún más la recolección y el reciclaje de envases.
El sistema actual de recogida de residuos, basado en contenedores a los que los ciudadanos llevan sus residuos de manera voluntaria, ha mostrado un bajo rendimiento. En 2023, solo se logró recoger de forma separada el 41,3% de las botellas plásticas de bebidas, muy por debajo del objetivo del 70% establecido por la ley española de residuos. Esta situación ha llevado al Ministerio para la Transición Ecológica a acelerar el despliegue del SDDR, en respuesta a las advertencias de Bruselas sobre la ineficacia del sistema actual.
La implementación del SDDR no solo busca mejorar la tasa de reciclaje, sino también fomentar una mayor conciencia ambiental entre los consumidores. La educación sobre el retorno de envases y la importancia del reciclaje será clave para el éxito de este nuevo sistema. Las empresas están trabajando en campañas informativas para ayudar a los consumidores a entender cómo funcionará el sistema y qué pasos deben seguir para participar.
En resumen, la llegada del SDDR a España representa un paso importante hacia una gestión más sostenible de los residuos plásticos. Aunque existen desafíos significativos en su implementación, la colaboración entre el sector público y privado, así como la educación de los consumidores, serán fundamentales para lograr los objetivos de reducción de residuos y reciclaje en el país.
