Las autoridades tailandesas están en el centro de un escándalo que involucra a una mujer y varios monjes budistas, acusados de extorsión y lavado de dinero. La mujer, conocida como «la señorita Golf», fue detenida junto a al menos once monjes en un caso que ha sacudido la comunidad budista del país. Las investigaciones revelan que la sospechosa habría extorsionado a los religiosos utilizando fotografías y vídeos comprometidos, lo que ha llevado a la detención de varios de ellos y a la depuración de sus cargos.
### La Extorsión y el Lavado de Dinero
El escándalo comenzó a tomar forma a mediados de junio, cuando la policía recibió denuncias sobre un monje de alto rango que había abandonado Bangkok tras ser extorsionado por la mujer. Según informes, la mujer había mantenido una relación con el monje y le exigió dinero para la manutención de un hijo que ambos tendrían en común. Este hecho desató una serie de investigaciones que llevaron a la detención de la mujer y a la identificación de otros monjes implicados en el escándalo.
Durante un registro en la vivienda de la sospechosa, la policía encontró más de 80,000 fotografías y vídeos sexuales que se cree que fueron utilizados para extorsionar a al menos nueve monjes. La mujer enfrenta múltiples cargos, incluyendo asociación para delinquir, blanqueo de capitales y recepción de bienes robados. Las transacciones financieras sospechosas relacionadas con este caso ascienden a aproximadamente 300 millones de bat, equivalentes a unos 9.2 millones de dólares estadounidenses.
El primer ministro interino de Tailandia, Phumtham Wechayachai, ha instado al Consejo Supremo de Sangha, el tribunal budista del país, a actuar con rapidez en la investigación. Este escándalo ha puesto de manifiesto la falta de supervisión en las finanzas de los templos budistas, que reciben donaciones regulares y no están obligados a rendir cuentas sobre su gestión financiera.
### Repercusiones en la Comunidad Budista
La situación ha generado un gran revuelo en la comunidad budista de Tailandia, donde los monjes están sujetos a un estricto código de conducta que incluye un voto de castidad. La implicación de varios monjes en este escándalo ha llevado a un escrutinio más amplio de las prácticas dentro de los templos. Hasta ahora, al menos nueve monjes han sido depuestos de sus cargos, y se espera que la investigación revele más implicados.
El rey Maha Vajiralongkorn ha cancelado la entrega de condecoraciones a 81 sacerdotes budistas, a la espera de que se concluyan las investigaciones. Este tipo de escándalos no son nuevos en Tailandia, donde ha habido otros casos de conducta inapropiada entre monjes, lo que ha llevado a una creciente preocupación sobre la integridad de la comunidad religiosa.
La policía ha recibido 26 nuevas denuncias sobre conductas inapropiadas de monjes vinculadas a este caso, lo que sugiere que el problema podría ser más amplio de lo que inicialmente se pensaba. El director de la Policía de Investigación, Jaroonkiat Parnkaew, ha solicitado a la Oficina Nacional del Budismo los documentos de identidad de los cerca de 300,000 monjes en el país para verificar sus antecedentes.
El escándalo ha puesto de relieve la necesidad de una mayor transparencia y regulación en la gestión de los fondos de los templos budistas. Las autoridades han comenzado a considerar la modificación de las leyes para abordar las infracciones y asegurar una gestión más fiscalizable de los recursos de los templos, con el fin de evitar el descrédito hacia el budismo en Tailandia.
Este caso no solo afecta a los individuos involucrados, sino que también plantea serias preguntas sobre la estructura y la supervisión de las instituciones religiosas en el país. A medida que las investigaciones continúan, la comunidad budista y la sociedad tailandesa en general observan con atención el desarrollo de este escándalo, que podría tener repercusiones duraderas en la percepción pública de la religión y sus representantes en Tailandia.