La reciente oferta pública de adquisición (OPA) del BBVA sobre el Banc Sabadell ha desatado una serie de reacciones y exigencias por parte de la entidad catalana. En medio de un entorno financiero cada vez más competitivo, el presidente del Sabadell, Josep Oliu, ha hecho un llamado a la transparencia y claridad en la información que el BBVA debe proporcionar a sus accionistas. Esta situación no solo pone de relieve la rivalidad entre ambas entidades, sino que también plantea interrogantes sobre la viabilidad y las implicaciones de la OPA en el futuro del Sabadell.
La exigencia de Oliu se centra en la necesidad de que el BBVA detalle de manera precisa las estimaciones económicas y los riesgos asociados a la operación, especialmente en un folleto que se espera sea publicado a principios de septiembre. El consejero delegado del Sabadell, César González-Bueno, ha enfatizado que la falta de información clara puede dificultar la toma de decisiones por parte de los accionistas. En este sentido, ha instado al BBVA a aclarar si su oferta puede realmente superar la rentabilidad que el Sabadell prevé ofrecer a sus accionistas en los próximos años.
### La Competencia por la Rentabilidad
Ambos bancos han lanzado promesas de remuneraciones récord a sus accionistas, con el BBVA proyectando 36.000 millones de euros hasta 2028 y el Sabadell 6.300 millones hasta 2027. Sin embargo, estas cifras son difíciles de comparar debido a las diferencias en el tamaño y la estructura de ambas entidades. A pesar de que ambos bancos ofrecen un retorno anual del 15%, estas proyecciones se basan en sus expectativas individuales, lo que complica aún más la evaluación de la OPA por parte de los accionistas del Sabadell.
La cúpula del Sabadell ha manifestado su escepticismo respecto a la capacidad del BBVA para cumplir con sus promesas de rentabilidad en caso de que la OPA sea exitosa. La condición impuesta por el Gobierno de no fusionar las entidades durante tres años, con posibilidad de extenderse por otros dos, añade una capa de incertidumbre sobre las sinergias de costos que podrían justificar la operación. En este contexto, Oliu ha instado a los accionistas a considerar no solo los aspectos racionales, sino también los emocionales al tomar decisiones sobre el futuro del banco.
### Implicaciones Fiscales y Decisiones de los Accionistas
Uno de los puntos críticos que ha resaltado Oliu es el tratamiento fiscal desfavorable que podría tener la aceptación de la OPA. Según los cálculos del Sabadell, una gran parte de los accionistas minoritarios podría enfrentar una carga fiscal mayor que el efectivo que recibirían si aceptan la oferta del BBVA. Esto se debe a que la pequeña parte en efectivo de la oferta, que asciende a 70 céntimos por acción, supera el 10% del valor nominal de las acciones del BBVA. Esta situación podría llevar a que el 88% de los accionistas minoritarios, que representan cerca de la mitad del capital del Sabadell, terminen pagando más impuestos de lo que recibirían en efectivo.
La introducción de una «calculadora fiscal», que Oliu ha descrito como una «trituradora fiscal», en la web del Sabadell, busca ayudar a los accionistas a entender mejor las implicaciones de aceptar la OPA. Esta herramienta es un intento de proporcionar claridad en un momento de incertidumbre y de ayudar a los accionistas a tomar decisiones informadas.
La situación actual entre el Sabadell y el BBVA es un reflejo de las complejidades del sector bancario en España, donde las fusiones y adquisiciones son cada vez más comunes. La presión por ofrecer retornos atractivos a los accionistas, junto con la necesidad de cumplir con regulaciones y condiciones impuestas por el Gobierno, crea un entorno desafiante para ambas entidades. La respuesta del BBVA a las exigencias del Sabadell y su capacidad para mejorar su oferta serán factores clave en el desenlace de esta OPA.
En resumen, el Banc Sabadell se encuentra en una encrucijada, donde la transparencia y la rentabilidad son esenciales para sus accionistas. La OPA del BBVA no solo representa una oportunidad de crecimiento, sino también un desafío que podría definir el futuro del Sabadell en un mercado cada vez más competitivo. La forma en que ambas entidades manejen esta situación podría tener repercusiones significativas en el panorama bancario español en los próximos años.