Las inundaciones severas se han convertido en un fenómeno cada vez más habitual en España, exacerbadas por el cambio climático. Un reciente estudio del Observatorio de Sostenibilidad ha revelado que más de 10,000 infraestructuras esenciales para la población se encuentran ubicadas en zonas con alto riesgo de inundación. Esta situación plantea serias preocupaciones sobre la seguridad y la resiliencia de las comunidades afectadas.
La permisividad urbanística en el país ha permitido que muchas de estas infraestructuras, que incluyen hospitales, colegios y centros de atención a mayores, se construyan en áreas propensas a inundaciones. Según el informe, el 71% de estas instalaciones están clasificadas como en peligro «muy grave», lo que significa que están en riesgo de sufrir daños significativos en caso de inundaciones. Entre las infraestructuras críticas, se destacan 4,340 instalaciones que son vitales para la atención sanitaria y la seguridad pública, incluyendo 112 hospitales y 1,126 centros escolares.
### La Situación Actual de las Infraestructuras en Zonas Inundables
El informe del Observatorio de Sostenibilidad detalla que en España hay actualmente 420 residencias de mayores, 27 centros de educación especial y 189 cámpings ubicados en zonas inundables. Además, se han identificado 375 depuradoras y 82 instalaciones radiactivas que también están en riesgo. Este alarmante panorama se agrava por el hecho de que las inundaciones son el fenómeno meteorológico extremo más mortífero en el país, y su frecuencia está aumentando debido a la crisis climática.
Las comunidades autónomas más afectadas son Cataluña y Galicia, que concentran el 37% y el 16% de las infraestructuras en riesgo, respectivamente. Otras regiones como el País Vasco, Andalucía y Castilla y León también presentan un número significativo de instalaciones vulnerables. Esta distribución geográfica sugiere que las políticas de planificación urbana deben ser revisadas y adaptadas para mitigar los riesgos asociados a las inundaciones.
El informe destaca que durante la dana de 2024 en Valencia, se desbordaron 16,000 hectáreas adicionales más allá de lo previsto para un período de retorno de 500 años. Este evento subraya la ineficacia de los modelos actuales para predecir y gestionar inundaciones en un contexto de cambio climático acelerado.
### Medidas Propuestas para Mitigar el Riesgo
Ante esta situación crítica, el Observatorio de Sostenibilidad ha propuesto una serie de medidas que podrían ayudar a reducir el riesgo de inundaciones en infraestructuras críticas. Una de las recomendaciones más urgentes es la paralización de nuevas construcciones en zonas inundables. Esto implica revisar los planeamientos urbanísticos existentes y establecer regulaciones más estrictas para la construcción en áreas de alto riesgo.
Además, se sugiere la implementación de sistemas de alerta temprana que permitan a las comunidades prepararse adecuadamente ante la posibilidad de inundaciones. Estos sistemas podrían incluir la instalación de sensores y tecnología avanzada para monitorear las condiciones meteorológicas y el nivel de los ríos, así como la creación de protocolos de evacuación y respuesta ante emergencias.
Otra medida clave es la adaptación o sustitución de infraestructuras críticas que actualmente se encuentran en zonas inundables. Esto podría implicar la reubicación de hospitales, centros de atención a mayores y estaciones de energía a áreas más seguras, así como la modernización de las infraestructuras existentes para hacerlas más resistentes a las inundaciones.
La crisis climática está transformando la forma en que las comunidades deben planificar y gestionar sus infraestructuras. La combinación de un aumento en la frecuencia y la intensidad de las lluvias torrenciales, junto con la creciente urbanización en zonas vulnerables, exige una respuesta coordinada y efectiva por parte de las autoridades locales y nacionales. La seguridad de la población y la protección de las infraestructuras críticas deben ser prioridades en la agenda política y urbanística del país.
En resumen, la situación actual de las infraestructuras en España frente a las inundaciones es alarmante y requiere una acción inmediata. La implementación de medidas preventivas y adaptativas es esencial para garantizar la seguridad de las comunidades y la continuidad de los servicios básicos en un contexto de cambio climático cada vez más desafiante.
