El sector agroalimentario en España está experimentando un renacer notable en 2025, tras haber enfrentado desafíos significativos en los últimos años, incluyendo una fuerte sequía que afectó la producción agrícola. Según el último Informe Sectorial Agroalimentario de CaixaBank Research, presentado en la feria Fruit Attraction en Madrid, este sector ha comenzado a consolidar su crecimiento, representando aproximadamente el 2,7% de la economía española en la primera mitad del año.
### Factores que Impulsan el Crecimiento
Varios factores han contribuido a esta recuperación. En primer lugar, la contención de los costos de producción ha permitido a los agricultores y productores mantener su competitividad en un mercado cada vez más exigente. Además, la mejora en las condiciones meteorológicas ha facilitado un aumento en la producción agrícola, lo que ha repercutido positivamente en la industria alimentaria. En el primer semestre de 2025, la producción de la industria de alimentación creció un 1,4% en comparación con el año anterior, alcanzando niveles que se acercan a los de antes de la pandemia.
Otro aspecto relevante es el repunte de la demanda tanto a nivel nacional como internacional. Las exportaciones agroalimentarias han mostrado un notable dinamismo, creciendo un 5% en volumen y un 5,6% en valor en el primer semestre de 2025. Este crecimiento ha permitido a España consolidarse como la cuarta potencia exportadora agroalimentaria de la Unión Europea y la octava a nivel mundial, con una cuota del 3,4% en el mercado global.
Sin embargo, a pesar de estos avances, el sector aún enfrenta retos significativos. La entidad de estudios de CaixaBank advierte sobre la caída de precios en productos clave, como aceites y grasas, y el estancamiento en la exportación de frutas, lo que podría afectar la rentabilidad de los productores en el futuro.
### Desafíos y Oportunidades en el Comercio Internacional
El entorno comercial para el sector agroalimentario español se ha vuelto más complejo debido a las nuevas barreras arancelarias impuestas por países como Estados Unidos y China. Estas restricciones afectan principalmente a productos emblemáticos de la dieta mediterránea, como el aceite de oliva, los lácteos y las hortalizas. En este contexto, el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur se presenta como una oportunidad estratégica para abrir nuevos mercados para los productores españoles, especialmente en categorías como frutas, vino, porcino y aceite de oliva.
A pesar de las oportunidades, también es crucial que el sector se prepare para enfrentar desafíos competitivos en áreas como la carne de vacuno y el azúcar. La capacidad de adaptación y la innovación serán claves para que los productores españoles puedan mantener su competitividad en un mercado global cada vez más exigente.
El informe de CaixaBank también destaca el papel del sector agroalimentario como un pilar económico y territorial en España. Aunque su peso en el valor añadido bruto (VAB) nacional ha disminuido en las últimas décadas, sigue siendo fundamental para la economía de muchas regiones. Regiones como Andalucía, Castilla y León y Cataluña son líderes en la contribución al sector, mientras que en economías regionales como Extremadura y La Rioja, la agroindustria juega un papel crucial en el desarrollo económico.
Además, se prevé una tendencia creciente hacia la industrialización en el sector agroalimentario, con un aumento progresivo del peso de la transformación alimentaria en comparación con el sector primario. Este cambio es especialmente notable en comunidades autónomas como Madrid, Cataluña y la Comunidad Valenciana, donde la innovación y la tecnología están impulsando la modernización de la industria alimentaria.
En resumen, el sector agroalimentario español está en una fase de recuperación y expansión en 2025, impulsado por una combinación de factores internos y externos. A medida que se enfrenta a desafíos significativos, la capacidad de adaptación y la búsqueda de nuevas oportunidades en el comercio internacional serán esenciales para garantizar su crecimiento sostenible en el futuro.