Ignacio Sánchez Galán, nacido en Salamanca en 1950, ha sido una figura clave en el sector energético español durante más de dos décadas. Al cumplir 75 años el pasado 30 de septiembre, es importante reflexionar sobre su trayectoria al frente de Iberdrola, donde ha dejado una huella indeleble en la industria. Desde su nombramiento como vicepresidente y consejero delegado en 2001, y posteriormente como presidente en 2006, Galán ha transformado una compañía que en su momento era considerada predecible y aburrida en un gigante multinacional con una fuerte presencia en mercados competitivos como Estados Unidos y el Reino Unido.
### La Revolución Verde de Iberdrola
Uno de los aspectos más destacados de la gestión de Galán ha sido su apuesta decidida por las energías renovables. En un momento en que la sostenibilidad no era una prioridad para muchas empresas, Galán vio el potencial de las energías limpias y posicionó a Iberdrola como un líder en este ámbito. La compañía ha hecho de la sostenibilidad su bandera, invirtiendo en proyectos de energía renovable que han contribuido a su crecimiento exponencial.
Bajo su liderazgo, Iberdrola ha pasado de tener un valor de mercado de aproximadamente 12.400 millones de euros en el año 2000 a cerca de 110.000 millones en la actualidad. Esta impresionante revalorización no solo refleja el éxito de la empresa en el mercado, sino también la visión de Galán para el futuro de la energía. La compañía ha logrado consolidarse como la segunda más valorada del Ibex 35, solo detrás de Inditex, lo que demuestra su capacidad para generar valor en un sector tan competitivo.
La estrategia de Galán ha sido clara: diversificar y expandir. Iberdrola ha realizado importantes inversiones en energías renovables, convirtiéndose en un referente en la producción de energía eólica y solar. Esta visión ha permitido a la empresa no solo adaptarse a las demandas del mercado, sino también liderar el camino hacia un futuro más sostenible. La creación de valor es indiscutible; si un inversor hubiera adquirido acciones de Iberdrola en 2006, su inversión habría crecido un 469% si se hubieran reinvertido los dividendos.
### Un Consejo Diversificado y Estrategias Internacionales
El consejo de administración de Iberdrola refleja la diversidad y la experiencia que Galán ha buscado incorporar en la empresa. Con miembros que provienen de diferentes sectores y países, el consejo incluye a figuras destacadas como Isabel García Tejerina y Ángel Acebes, quienes han ocupado altos cargos en el gobierno español. Esta mezcla de experiencia política y empresarial ha permitido a Iberdrola navegar en un entorno global complejo y competitivo.
Además, Galán ha sabido atraer a inversores internacionales de renombre. Qatar Investment Authority y Norges Bank son solo dos ejemplos de los accionistas que han confiado en la visión de Galán. La colaboración con el fondo noruego ha permitido a Iberdrola invertir en proyectos de energía renovable en la península ibérica por un valor de aproximadamente 2.000 millones de euros, lo que demuestra la capacidad de la empresa para atraer capital y recursos para sus ambiciosos planes de expansión.
La sede de Iberdrola en Bilbao sigue siendo un símbolo de sus raíces vascas, pero su mirada está firmemente enfocada en el futuro. Con la reciente incorporación de Pedro Azagra como nuevo consejero delegado, la compañía está bien posicionada para continuar su trayectoria de crecimiento y liderazgo en el sector energético. Azagra, quien anteriormente dirigió Avangrid, la filial estadounidense de Iberdrola, aporta una valiosa experiencia en el mercado norteamericano, un área clave para la expansión de la empresa en un contexto donde las energías renovables están bajo presión política.
La apuesta de Galán por el desarrollo de proyectos en Norteamérica es un testimonio de su compromiso con la sostenibilidad y la innovación. A pesar de los desafíos políticos que enfrenta la industria de las energías renovables en Estados Unidos, Iberdrola sigue adelante con su estrategia, buscando oportunidades de crecimiento y expansión en un mercado que cada vez es más receptivo a las energías limpias.
La trayectoria de Ignacio Galán al frente de Iberdrola es un ejemplo de cómo la visión y la determinación pueden transformar una empresa y, por extensión, un sector. Su legado no solo se mide en cifras y valor de mercado, sino también en el impacto positivo que ha tenido en la promoción de la sostenibilidad y el desarrollo de energías renovables. La historia de Iberdrola es, en muchos sentidos, la historia de su presidente, un líder que ha sabido adaptarse a los cambios y anticipar las necesidades del futuro energético.