El juicio que enfrenta a Josep Maria Bartomeu, expresidente del FC Barcelona, y a Jaume Masferrer, exdirectivo del club, ha captado la atención de los medios y aficionados al fútbol en España. Este proceso judicial se centra en acusaciones de injurias y calumnias dirigidas hacia Jaume Roures, un empresario catalán y director de Mediapro, quien sostiene que ambos exdirectivos son responsables de la creación de cuentas en redes sociales que difamaron su imagen. La situación se remonta a 2018 y 2019, cuando se publicaron mensajes ofensivos en plataformas como Facebook y X (anteriormente Twitter) que, según Roures, tenían como objetivo menoscabar su reputación.
La acusación, presentada por la abogada de Roures, María Saló, sostiene que las cuentas en cuestión fueron gestionadas por empleados de Nicestream, una empresa contratada por el FC Barcelona para monitorear la actividad en redes sociales relacionada con el club. Este contrato, que costó al Barça 2,3 millones de euros durante tres temporadas, ha sido objeto de investigación en el contexto del caso Barçagate, que implica presuntas irregularidades en la administración del club.
### La Estrategia de Difamación
Durante el juicio, se ha revelado que las cuentas de redes sociales estaban diseñadas con el único propósito de atacar la imagen de Roures. Según los testimonios presentados, se publicaron un total de 667 tuits y 383 fotos y vídeos que contenían mensajes ofensivos dirigidos a Roures. Michelle Caroline, jefa de la oficina de Nicestream en Barcelona, admitió que el FC Barcelona había contratado a la empresa para crear cuentas que, en su mayoría, atacaban al club y a sus rivales, incluyendo a Roures.
Los empleados de Nicestream han declarado que la estrategia consistía en recopilar contenido de internet y adaptarlo para generar interacción con el público. Sin embargo, también se reconoció que se creaban mensajes de relleno que no necesariamente reflejaban la realidad, lo que ha llevado a Roures a calificar estas acciones como un intento de injuriarle y dañar su reputación. «Eran unas cuentas que se dedicaban a injuriar y a dar noticias falsas que incomodaron a mí y a mi familia», afirmó Roures durante su declaración.
La defensa de Bartomeu y Masferrer, por su parte, ha argumentado que no hay pruebas suficientes que demuestren que ellos ordenaron la creación de estas cuentas. Sin embargo, Roures sostiene que ambos exdirectivos fueron quienes encargaron a Nicestream la creación y gestión de estas cuentas con la intención de influir negativamente en la percepción pública sobre él.
### Implicaciones Legales y Sociales
El juicio no solo tiene implicaciones legales para Bartomeu y Masferrer, quienes enfrentan una multa de 15.000 euros cada uno y una indemnización solidaria de 100.000 euros que se destinaría a una organización benéfica, sino que también plantea cuestiones más amplias sobre la ética en el uso de las redes sociales por parte de figuras públicas y organizaciones. La utilización de plataformas digitales para difundir información falsa o engañosa ha sido un tema recurrente en la sociedad actual, y este caso pone de relieve cómo estas prácticas pueden afectar la vida de las personas y su reputación.
Roures ha expresado su preocupación por el impacto que estas acciones han tenido en su vida personal y profesional, señalando que las injurias han incitado a clientes a no trabajar con él, lo que ha afectado su negocio. Este caso también resalta la necesidad de una mayor regulación y responsabilidad en el uso de las redes sociales, especialmente por parte de entidades que tienen un gran poder e influencia en la opinión pública.
A medida que el juicio avanza, se espera que se presenten más pruebas y testimonios que arrojen luz sobre la relación entre el FC Barcelona, Nicestream y las cuentas que han sido objeto de controversia. La resolución de este caso podría sentar un precedente importante en el ámbito del derecho a la libre expresión y la protección de la reputación en la era digital, un tema que sigue siendo de gran relevancia en la actualidad.
