La irrupción de la inteligencia artificial (IA) en el ámbito educativo ha generado un debate significativo sobre su impacto en la formación profesional (FP). Un reciente informe ha revelado que un alto porcentaje de estudiantes de FP superior utiliza herramientas de IA generativa, como ChatGPT, para realizar trabajos académicos y estudiar para exámenes. Sin embargo, este uso plantea importantes interrogantes sobre la calidad del aprendizaje y la equidad educativa.
### Uso de la IA en el Aula de Formación Profesional
Según el informe presentado por Ayuda en Acción y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), el 90% del alumnado de FP superior ha utilizado alguna vez herramientas de IA. De este grupo, el 77% las emplea para redactar trabajos, mientras que el 55% las utiliza para estudiar. A pesar de estas cifras, solo el 43% de los estudiantes recurre a estas tecnologías de manera habitual. Este fenómeno no se limita a los estudiantes; el 60% del profesorado también utiliza herramientas de IA, principalmente para preparar contenidos y formular preguntas de exámenes. Sin embargo, la frecuencia de uso varía considerablemente según la edad de los docentes, con un 37% de los más jóvenes utilizando estas herramientas regularmente, en comparación con solo el 14% de los mayores de 55 años.
El informe destaca que, aunque la IA puede facilitar el acceso a la información y mejorar la eficiencia en la redacción de trabajos, su uso sin un acompañamiento pedagógico adecuado puede tener consecuencias negativas. La falta de supervisión en el uso de estas herramientas puede debilitar el pensamiento crítico de los estudiantes, aumentar la desmotivación y perpetuar desigualdades educativas. Matías Figueroa, responsable del Programa Europa y Conocimiento de Ayuda en Acción, advierte que si no se capacita a docentes y estudiantes para comprender el funcionamiento de la IA, se corre el riesgo de reproducir patrones de discriminación y dependencia tecnológica.
### Desigualdades y Riesgos Asociados
Uno de los aspectos más preocupantes del uso de la IA en la educación es su potencial para incrementar las desigualdades existentes. Nuria Vallès Peris, científica del CSIC, señala que los sistemas de IA pueden generar resultados que reflejan sesgos y desigualdades preexistentes, lo que puede llevar a resultados injustos. Además, el estudio revela que muchos estudiantes tienden a aceptar la información proporcionada por la IA sin cuestionarla, lo que resalta la necesidad de desarrollar competencias digitales tanto en alumnos como en profesores.
La falta de habilidades para evaluar y contrastar información puede resultar en un uso inadecuado de la IA, intensificando la polarización entre estudiantes con diferentes niveles de rendimiento académico. El informe también indica que el uso excesivo de herramientas de IA puede estar relacionado con una baja motivación hacia los estudios. Este fenómeno se traduce en un círculo vicioso donde el mal uso de la tecnología no fomenta el aprendizaje crítico ni el desarrollo de competencias clave, perpetuando así el bajo rendimiento académico.
A pesar de que las herramientas de IA no están sustituyendo completamente a otros recursos educativos, como el apoyo docente o los materiales tradicionales, se ha observado una relación inversa entre el uso de recursos convencionales y la tendencia a recurrir a la IA generativa. Cuanto más se utilizan libros y manuales, menor es la inclinación a utilizar herramientas de IA para fines académicos.
### La Necesidad de una Educación Responsable
El informe también subraya la urgencia de avanzar hacia una IA responsable y ética en el ámbito educativo. Se hace un llamado a reflexionar sobre la vinculación del alumnado con los ciclos de FP y las formas de evaluación. La educación debe adaptarse a los cambios tecnológicos, pero también debe garantizar que los estudiantes desarrollen habilidades críticas y analíticas que les permitan navegar en un mundo cada vez más digitalizado.
La formación del profesorado es un aspecto crucial en este proceso. El 80% de los docentes encuestados considera que es necesario aprender a utilizar la IA, tanto para ellos como para sus estudiantes. Sin embargo, la implementación de una educación que integre la IA de manera efectiva requiere un cambio en la mentalidad educativa, donde la tecnología se utilice como una herramienta para enriquecer el aprendizaje, en lugar de como un sustituto de la enseñanza tradicional.
La comunidad educativa enfrenta el desafío de encontrar un equilibrio entre el uso de la IA y la promoción de un aprendizaje significativo. La clave está en capacitar a los docentes y estudiantes para que comprendan las implicaciones de la IA y puedan utilizarla de manera crítica y responsable. Solo así se podrá aprovechar el potencial de la inteligencia artificial sin comprometer la calidad educativa ni aumentar las desigualdades en el acceso al conocimiento.