La situación hídrica en Catalunya ha experimentado un notable cambio en los últimos meses, especialmente tras varios años de sequía que afectaron gravemente a la región. La llegada de una primavera lluviosa en 2025 ha permitido que los embalses catalanes recuperen gran parte de su capacidad, superando el 80% en algunos casos. Sin embargo, a medida que el verano avanzaba, las temperaturas elevadas hicieron que el nivel de agua embalsada descendiera, llegando a cerca del 70%. Con la llegada del otoño y las recientes lluvias, los embalses han vuelto a experimentar un aumento en sus reservas, aunque todavía se encuentran por debajo del 75%. La Agència Catalana de l’Aigua (ACA) es la entidad encargada de monitorear y reportar el estado de los embalses, proporcionando informes diarios que reflejan la situación del agua en todo el territorio catalán.
**Estado Actual de los Embalses**
A fecha de 30 de septiembre de 2025, el nivel de los embalses en Catalunya se sitúa en un 74,30% de su capacidad total, lo que representa un ligero aumento del 0,02% respecto al día anterior. Este porcentaje es significativo, ya que mantiene a la región fuera de la situación de sequía, cuyo umbral se establece en el 60%. Este avance es especialmente relevante considerando que, hace unos meses, se había superado por primera vez desde marzo de 2022 la marca del 56% de capacidad de los pantanos. El sistema Ter-Llobregat, que abastece principalmente a las provincias de Barcelona y Girona, así como a la comarca de Solsonès, incluye cinco embalses principales: Sau, Susqueda, la Baells, la Llosa del Cavall y Sant Ponç. Además, existen otros cuatro embalses fuera de este sistema que también contribuyen a la gestión hídrica de la región.
La recuperación de los embalses es un tema de gran relevancia, especialmente tras los efectos devastadores de la sequía que obligaron al Govern a implementar medidas de emergencia. Comparando los datos actuales con los del año anterior, se observa una mejora significativa en todos los embalses. Durante la primera semana de marzo de 2025, los niveles de agua embalsada fueron el doble que en el mismo periodo de 2024, lo que indica una tendencia positiva hacia la normalización de la situación hídrica. Estos niveles son comparables a los que se registraban antes de la sequía, como en 2019, cuando la mayoría de los embalses estaban por encima del 80% de su capacidad.
**Impacto de las Lluvias en la Recuperación Hídrica**
Los primeros meses de 2025 han sido especialmente lluviosos, marcando el octavo periodo más húmedo desde que se tienen registros en 1961. Este incremento en las precipitaciones ha sido crucial para la recuperación de los embalses, permitiendo que el 5 de abril se decretara el fin de la sequía en Catalunya. Las lluvias continuas durante varias semanas han contribuido a que, al cierre de marzo, los embalses de las cuencas internas alcanzaran más del 60% de su capacidad. Este cambio en las condiciones climáticas ha sido un alivio para la población y para la agricultura, que había sufrido las consecuencias de la falta de agua en los años anteriores.
Sin embargo, es importante destacar que, a pesar de la mejora, la situación sigue siendo delicada. Las temperaturas elevadas del verano han demostrado que la recuperación hídrica no es permanente y que es necesario seguir monitoreando y gestionando los recursos de manera sostenible. La ACA continúa publicando informes que permiten a los ciudadanos y a las autoridades estar al tanto del estado de los embalses y de las cuencas, lo que es fundamental para la planificación y gestión del agua en Catalunya.
En resumen, la situación actual de los embalses en Catalunya es un reflejo de la variabilidad climática y de la importancia de la gestión del agua. La combinación de lluvias abundantes y una gestión adecuada ha permitido que la región se mantenga fuera de la sequía, pero es esencial seguir prestando atención a las condiciones climáticas y a la capacidad de los embalses para garantizar un suministro de agua sostenible en el futuro.