El tejido empresarial de Cataluña y Valencia ha alzado la voz en Barcelona, exigiendo una mayor concreción en la finalización del Corredor Mediterráneo, una infraestructura que promete conectar el 45% del PIB y la mitad del turismo español. Desde la sede de Foment del Treball, los representantes del sector han subrayado que la plena implementación de este corredor podría incrementar la productividad de las empresas conectadas en un 4%, generando un retorno de tres euros por cada euro invertido y reduciendo los tiempos de transporte en hasta un 50% en comparación con los métodos actuales. Sin embargo, los empresarios han expresado su preocupación por los cuellos de botella y los plazos incumplidos, que sitúan la finalización real del proyecto en torno a 2030.
**Impacto Económico y Potencial de Innovación**
El evento contó con la participación de figuras clave como el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre, y otros expertos en transporte y política. Durante el análisis, se destacó que el desarrollo del Corredor Mediterráneo es crucial para la comunidad catalana, no solo por su peso demográfico, sino también por su capacidad exportadora. Xavier Lluch, técnico ferroviario, recordó que el área de transporte entre Barcelona y Tarragona es el tercer hub logístico más importante de la Unión Europea, solo superado por la cuenca del Ruhr en Alemania y la Lombardía en Italia. Esta posición estratégica podría ser un imán para atraer talento e innovación, similar a cómo Ámsterdam ha logrado atraer sedes de grandes multinacionales gracias a su conexión con el puerto de Róterdam.
Mar Alarcón, socia fundadora de Moodin Policy, enfatizó el potencial del Corredor para fomentar la innovación y el desarrollo empresarial. A pesar de que Barcelona atrae más startups, la comparación con Ámsterdam pone de manifiesto la necesidad de mejorar la infraestructura para atraer a empresas más grandes. Además, Llibre subrayó la importancia del Corredor en el contexto geopolítico actual, ya que facilitaría el transporte de material de defensa desde los puertos hacia el resto de Europa, lo que es vital en tiempos de incertidumbre global.
**Desafíos en la Ejecución de las Obras**
A pesar de los beneficios potenciales, la realización efectiva de las obras es fundamental para que el Corredor cumpla con sus promesas. Lluch presentó un informe sobre el estado actual de las obras, destacando algunos de los principales cuellos de botella. Entre ellos se encuentra la terminal intermodal de La Llagosta, que se espera esté operativa en el primer trimestre de 2026, y La Sagrera, que aún no tiene fecha de finalización, aunque ya está ayudando a aliviar la saturación en la estación de Sants. Otro punto crítico es el tercer carril entre Martorell y Tarragona, que debería estar listo para finales de 2026. Sin embargo, el tramo entre Sant Vicenç de Calders y La Boella presenta fricciones, ya que el Corredor funcionará en vía única, lo que limita significativamente su capacidad.
En Tarragona, las mercancías tendrán que circular por el litoral, mientras que los pasajeros de alta velocidad utilizarán el Camp de Tarragona, un diseño que ha sido calificado de «poco práctico» por empresarios y asociaciones. El mayor desafío, sin embargo, radica en la falta de ancho internacional en Portbou. En un tramo de 145 kilómetros entre Mollet y la frontera, solo se prevé una plataforma en ancho internacional con tres apartaderos, lo que obstaculiza la alta velocidad entre Barcelona y Valencia.
Durante el evento, se planteó la pregunta de cómo hacer que el Corredor sea visto favorablemente en Francia. Sánchez-Llibre destacó que esto requiere un esfuerzo significativo en la diplomacia europea, mientras que Noguera enfatizó la necesidad de que España cumpla con sus compromisos para tener legitimidad en sus reivindicaciones. Alarcón, por su parte, instó a no perder de vista el enfoque global del proyecto.
El futuro del Corredor Mediterráneo es incierto, pero se espera que en 2030 los empresarios puedan transportar mercancías desde Algeciras hasta Francia, siempre y cuando la infraestructura sea rentable y más eficiente que el transporte por carretera. Para cerrar el calendario de 2025, Valencia acogerá el octavo y último Acto Empresarial por el Corredor Mediterráneo el 20 de noviembre, donde se reunirán alrededor de 2,500 representantes del tejido empresarial en apoyo a esta infraestructura estratégica. Aunque se concluirán los grandes actos reivindicativos, el Movimiento #QuieroCorredor continuará activo con chequeos y acciones territoriales para asegurar el cumplimiento de los compromisos adquiridos.